El gobierno de Chile decidió reducir el presupuesto destinado a la promoción del país como destino turístico, en un intento de reestructurar recursos y priorizar otras áreas estratégicas de inversión. Esta medida no significa un abandono de la promoción internacional, sino una optimización de los recursos para lograr mayor eficiencia y focalización en las campañas que realmente generan impacto.
Las autoridades chilenas destacaron que el país seguirá impulsando el turismo sostenible, la mejora de infraestructura y la diversificación de la oferta turística, incluyendo destinos emergentes y actividades culturales. La reducción en gasto se enmarca dentro de una estrategia más amplia de ajuste fiscal y eficiencia administrativa, con miras a mantener a Chile como un destino competitivo a nivel internacional.
Se espera que este enfoque permita potenciar los principales atractivos del país, como la Patagonia, el Desierto de Atacama, los viñedos del Valle Central y los destinos culturales y urbanos, al tiempo que se maximiza la relación costo-beneficio en promoción turística.