El departamento de Cundinamarca, uno de los más poblados de Colombia, guarda en la provincia de Almeidas un municipio lleno de riqueza cultural, natural e histórica: Chocontá, ubicado a solo dos horas de Bogotá.

Conocido por su clima frío, paisajes montañosos y verdes valles, este destino se levanta a más de 2.500 metros sobre el nivel del mar, en plena cordillera Oriental. Su historia se remonta a la época prehispánica, cuando estuvo habitado por los indígenas muiscas. De hecho, su nombre en lengua chibcha significa “labranza del aliado bueno”, según el escritor Joaquín Acosta Ortegón.
Fundado el 6 de septiembre de 1563, el municipio se convirtió en un importante centro agrícola y ganadero durante la colonia, tradición que aún se mantiene con la producción de papa, maíz, hortalizas y la elaboración de leche y derivados.
Tesoros naturales y culturales
Entre los principales atractivos de Chocontá, la represa del Sisga ocupa un lugar protagónico. Construida entre 1949 y 1951, no solo es vital para el suministro de agua a Bogotá y municipios vecinos, sino también un punto ideal para el senderismo, ciclismo, kayak y paseos en la naturaleza.
Otros lugares de interés son el Cerro del Choque, parque natural y ecológico, las Piedras de Guangüita y los enigmáticos Monolitos de Hato Fiero, sitios cargados de valor paisajístico y cultural.
La vida cultural de la población también se respira en la Casa de la Cultura, fundada en 1970 por los historiadores Rafael y Miguel Bernal Medina, ubicada en una casa colonial restaurada bajo la dirección del pintor y escultor Luis Alberto Acuña.
El recorrido se completa con joyas arquitectónicas como el templo parroquial y la capilla del Divino Niño, que forman parte del patrimonio religioso del municipio.