Colombia está ganando protagonismo como destino de golf de clase mundial, gracias a su geografía diversa, clima favorable durante todo el año y una excelente relación calidad-precio frente a destinos tradicionales. Con más de 50 campos activos, el país ofrece alternativas para todos los niveles de jugadores, desde el Caribe hasta los Andes, con campos emblemáticos como Los Lagartos, San Andrés Golf Club, y Ruitoque Golf Country Club.
El turismo de golf colombiano ya atrae visitantes de Estados Unidos, Canadá, México, España y Argentina, con hoteles como Punta Diamante ofreciendo experiencias integradas de alojamiento, gastronomía y spa junto al green. Según su gerente, María Alejandra Castillo, la competitividad del destino está en el clima estable, la conectividad y los precios accesibles.

Además del atractivo natural, Colombia cuenta con una infraestructura deportiva en expansión, reflejada en el crecimiento del número de golfistas federados, que aumentó un 75% en cinco años. Eventos internacionales como el Abierto de Colombia o el Korn Ferry Tour consolidan su agenda anual y refuerzan la proyección del país en el turismo deportivo.
Con un crecimiento estimado del 9,7% anual en el segmento de golf entre 2025 y 2030, Colombia se perfila como un actor clave en el mapa internacional. El país busca posicionarse no solo como un destino de juego, sino como una experiencia turística integral que combina deporte, naturaleza y hospitalidad.