El crecimiento del alquiler turístico en España generó un intenso debate sobre su impacto en el mercado de vivienda y la convivencia vecinal. En el último año, las 25 principales ciudades observaron un incremento de casi 50.000 nuevas plazas de alojamiento en viviendas de uso turístico (VUT), alcanzando un total de más de 388.000, lo que representa un notable aumento del 16,6% en comparación con 2023.
Este fenómeno llevó a muchas ciudades a implementar normativas que regulen la oferta de VUT con el fin de encontrar un equilibrio entre el turismo y las necesidades de los residentes. En ciudades como Palma de Mallorca, Ibiza, San Sebastián y Pamplona, se lograron reducir las plazas disponibles, con caídas del 8,9%, 8,3%, 5,4% y 15%, respectivamente. Estas acciones reflejan un compromiso por parte de las autoridades locales para mitigar los efectos negativos del turismo descontrolado, como la presión sobre el mercado de la vivienda y la creciente animadversión social hacia los turistas.
En contraste, otras ciudades como Madrid, Málaga, Valencia, Sevilla y Alicante experimentaron un aumento significativo en la oferta de VUT. Por ejemplo, Madrid vio un incremento del 24,8%, con un total de 84.700 plazas en VUT, lo que supera las 92.400 plazas hoteleras disponibles. Valencia, por su parte, registró un aumento del 26,8%, lo que indica una creciente presión sobre su infraestructura y servicios locales.
El informe de Exceltur resalta la importancia de una regulación adecuada para abordar estos desafíos. Las ciudades que lograron un equilibrio en su oferta de alojamiento no solo protegen a sus residentes, sino que también pueden mejorar la experiencia turística. La implementación de normativas que limiten el crecimiento descontrolado de las VUT puede contribuir a una mayor calidad de vida para los ciudadanos y a una mejor convivencia entre turistas y residentes.
Además, se hace hincapié en que el sector turístico debe adaptarse a las realidades locales y fomentar un turismo sostenible que beneficie a todas las partes involucradas. En este sentido, las políticas públicas juegan un papel crucial para garantizar que el crecimiento del turismo no comprometa la habitabilidad de las ciudades y el bienestar de sus habitantes.
Aunque el aumento de las plazas en VUT representa una oportunidad económica para muchas ciudades, también plantea desafíos significativos que requieren una gestión cuidadosa y equilibrada para asegurar un futuro sostenible tanto para el turismo como para las comunidades locales.
