El aumento de la tensión en Oriente Medio ha llevado a numerosas aerolíneas internacionales a cancelar vuelos y redirigir sus operaciones, ante el cierre de espacios aéreos y la creciente preocupación por la seguridad tras los ataques a instalaciones militares en Irán.
El tráfico aéreo entre Irán, Irak y el Mediterráneo ha disminuido drásticamente, afectando a aeropuertos clave como los de Dubái y Doha. Aunque Qatar, Bahréin y Kuwait reabrieron sus cielos tras el fin de una alerta de emergencia, las cancelaciones persisten.
Aerolíneas como Singapore Airlines, Air Europa, Ryanair, Air France, KLM, Lufthansa y Emirates han ajustado o suspendido rutas hacia Tel Aviv, Dubái, Teherán e incluso vuelos que cruzan la región. También lo hicieron Qatar Airways, Flydubai, El Al, Iberia, Air India, Wizz Air, Finnair y Japan Airlines.
La industria aérea permanece en constante evaluación del escenario geopolítico y sus riesgos, lo que impacta no solo en la conectividad, sino también en la estabilidad operativa y financiera de las aerolíneas implicadas.
