Spirit Airlines, la aerolínea estadounidense de bajo costo, enfrenta una crisis financiera significativa que la llevaría a la quiebra, a pesar de la alta demanda de boletos. Según un informe reciente de The Wall Street Journal, Spirit está en conversaciones con prestamistas para buscar una reestructuración que le permita sobrellevar una deuda superior a los 3.000 millones de dólares y una refinanciación adicional de 1.100 millones en bonos de fidelización, los cuales vencerán en 2025.
El 3 de octubre, luego de hacerse público este informe, el precio de las acciones de Spirit cayó dramáticamente en un 26,1%, dejando el valor de sus títulos en apenas 1,66 dólares. En contraste, las acciones de American Airlines subieron un 6%, ya que la aerolínea tiene varias rutas compartidas con Spirit, lo que podría beneficiarla si la compañía de bajo costo reduce su capacidad operativa.
Spirit estuvo previamente en conversaciones con Frontier Airlines para una posible fusión, pero JetBlue Airways interfirió con una oferta de compra por 3.800 millones de dólares. Sin embargo, las autoridades reguladoras de EE.UU. bloquearon el acuerdo, argumentando que la fusión afectaría negativamente la competencia en el sector de aerolíneas de bajo costo. Como resultado, JetBlue tuvo que pagar a Spirit una multa de cancelación por 69 millones de dólares, sumada a los 425 millones que ya había desembolsado como parte del acuerdo fallido.
Esta situación pone a Spirit en una posición vulnerable mientras busca formas de reestructurar sus finanzas, en medio de la incertidumbre sobre su futuro en el mercado aeronáutico.
