Es muy arriesgado decir que algo es “definitivo” en la tormentosa historia de Alitalia y de su heredera, ITA. Sin embargo, anoche, después de todo un día de negociaciones en Bruselas entre el ministro de desarrollo económico de Italia, Giancarlo Giorgetti y la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, parece que algunas cosas han quedado claras.
En primer lugar, este verano Italia deberá utilizar las aerolíneas privadas y olvidarse de la antigua Alitalia, la cual sólo podrá operar desde septiembre y con el nuevo nombre, ITA, por Italia Transporte Aereo.
La nueva compañía tendrá entre 55 y 60 aviones y no será una heredera directa de Alitalia sino que será una compañía nueva. Sin embargo, nadie notará nada porque actualmente, después de meses y meses con una operación muy limitada, Alitalia apenas conserva 45 aviones, poco al lado de los cien –incluso un poco más– que tenía antes del Covid.
La plantilla será de entre 4.500 y 5.000 personas, muy por debajo de los más de 12 mil que tiene actualmente pero aún por encima de lo que los compradores que se presentaron en su momento para quedársela consideraban que era una cifra ideal.
La nueva compañía no tendrá handling ni mantenimiento, de manera que habrá de salir al mercado a buscar proveedores. La dirección está actualmente hablando con Deutsche Lufthansa AG y con Delta Air Lines para hacer acuerdos. Las dos siempre se han mostrado interesadas en la italiana, pero con condiciones y especialmente en las rutas aéreas con América, las más rentables de la compañía. La prensa de Italia recuerda siempre estos contactos. Con Lufthansa, además, ITA puede negociar el mantenimiento de su flota.
fuente: preferente.com
