Algunos considerados los más lujosos de Sudamérica, hoy están reducidos a escombros y que guardan grandes historias de su época de esplendor. Muchos supieron ser parte de distintos eventos.
Argentina alberga algunos de los hoteles más legendarios de la región, ubicados en destinos turísticos emblemáticos como La Falda; Mar Chiquita en Córdoba; Villa Ventana y Mar del Sud, en Buenos Aires y Termas de Villavicencio en Mendoza. Estos hoteles, que alguna vez fueron sinónimo de lujo y exclusividad, se encuentran en ruinas, envueltos en mitos y leyendas que continúan atrayendo a visitantes curiosos por indagar esas viejas vivencias.
Edén Hotel, La Falda, Córdoba
Inaugurado en 1899, fue un símbolo de opulencia, hospedando a figuras notables como Albert Einstein y el Príncipe de Gales. Con 100 habitaciones y una infraestructura autosuficiente, ofrecía desde campos de golf hasta espectáculos de tango. La Segunda Guerra Mundial marcó el inicio de su declive, cerrando sus puertas en 1945. Hoy en día se encuentra abierto. Sus ruinas y leyendas siguen siendo un imán para los turistas cada temporada. Como atractivo, el mismo aloja algunos comercios y espectáculos en sus instalaciones.
Club Hotel de la Ventana, Villa Ventana, Buenos Aires
Apodado «la maravilla del siglo» por el ex presidente Julio A. Roca, el Club Hotel de la Ventana fue el más lujoso de su tiempo, pero solo operó durante seis años desde 1911. Con 136 habitaciones, un casino y una impresionante infraestructura, su cierre se debió a la prohibición del juego en 1917. Hoy, sus ruinas evocan recuerdos de su pasado glorioso.
Hotel Boulevard Atlántico, Mar del Sud, Buenos Aires
Este hotel fue el pilar de un ambicioso proyecto balneario a finales del siglo XIX. A pesar de su lujo inicial, las crisis económicas y la difícil accesibilidad contribuyeron a su abandono. El Boulevard Atlántico, con su estilo neoclásico y su historia de ocupaciones y desmantelamientos, es hoy un esqueleto arquitectónico a la espera de una renovación que nunca llega.
Gran Hotel Termas de Villavicencio, Mendoza
Ubicado en un área protegida y conocido por sus aguas termales, el Gran Hotel Termas de Villavicencio abrió sus puertas en 1940 y operó hasta 1978. Con 30 habitaciones y un ambiente rústico acorde a su entorno montañoso, este hotel fue un refugio de lujo para las clases altas. Aunque cerrado, su legado persiste en la etiqueta del agua mineral Villavicencio.
Gran Hotel Viena, Mar Chiquita, Córdoba
Inaugurado en 1945, el Gran Hotel Viena en Miramar es famoso por las leyendas que lo rodean, incluyendo rumores de haber sido financiado por capitales nazis. Este hotel, con 26 habitaciones y baños termales, cerró en 1980 debido a la crecida de la laguna. Hoy en día, sus ruinas y supuestos fantasmas continúan siendo objeto de fascinación.
Estos hoteles, testigos de una época dorada del turismo argentino, han dejado un legado de esplendor y misterio que sigue capturando la imaginación de quienes buscan explorar sus historias.