El 28 de mayo se celebra el Día Internacional de la Hamburguesa, un homenaje a este icónico plato que trascendió fronteras y culturas para convertirse en uno de los favoritos tanto en restaurantes como en los hogares.
Nacimiento de la hamburguesa
A pesar de que la carne molida estuvo presente en diversas culturas a lo largo de la historia, la verdad es que la hamburguesa, tal y como se la conoce hoy en día, no tiene un origen claro. Hay varias teorías que tratan de descifrar el enigma de su creación.
Algunos relatos la ubican en la Alemania del siglo XIX, donde se consumía un plato similar a una hamburguesa sin pan llamado «filete de Hamburgo» (o «Hamburg steak» en inglés). Se dice que los inmigrantes alemanes llevaron esta receta a Estados Unidos, donde «Hamburg steak» posteriormente evolucionó morfológicamente hasta convertirse en «hamburger». Cuenta la leyenda, además, que la primera hamburguesa en Estados Unidos la sirvió un inmigrante alemán un 28 de mayo de 1900 (de ahí la fecha elegida para homenajear a este plato).
Otra teoría popular sugiere que el escenario donde nació la hamburguesa fue la Feria Mundial de St. Louis en 1904, en Estados Unidos. Se cuenta que allí, un vendedor llamado Louis Lassen, que buscaba una opción rápida para servirle comida a la multitud, aplanó un filete de Hamburgo y lo sirvió entre dos rebanadas de pan.
Pero más allá de su origen exacto, lo que se tiene en claro es que la hamburguesa ganó popularidad rápidamente gracias a ser un platillo práctico y de bajo costo. Y en una época de desarrollo en la que la población crecía y necesitaba algo rápido y económico para comer, la hamburguesa se convirtió en la opción ideal.
Propuestas para disfrutar de este clásico gastronómico
Existen diversas versiones de cómo hacer una hamburguesa, según los gustos de cada persona. También implica una combinación de buenos ingredientes y técnicas adecuadas que dan como resultado esta preparación deliciosa. A continuación, algunas claves para hacer la hamburguesa ideal de forma casera:
Preparación de la carne: se debe elegir carne molida de calidad. Se recomienda optar por la que es de res y con un contenido de grasa del 20%, ya que es esencial para mantener la hamburguesa jugosa.
Formar las hamburguesas: dividir la carne en porciones de aproximadamente 150-200 gramos (1/3 a 1/2 libra). Formar bolas y aplastarlas suavemente para crear hamburguesas de aproximadamente 2 cm de grosor. Luego se puede sazonar ambos lados generosamente con sal y pimienta antes de cocinarlas.
Cocinar las hamburguesas: se pueden hacer en la sartén o en la parrilla. Es fundamental que en cualquiera de las dos opciones el recipiente esté muy caliente antes de poner las hamburguesas. Se debe cocer a fuego medio-alto durante unos 3-4 minutos por lado. Si se desea incorporar queso a la receta, se debe colocar sobre la hamburguesa el último minuto de cocción para que se derrita.
Tostar el pan: antes de armar la hamburguesa, se recomienda dejar el pan en la parrilla o sartén hasta que esté dorado. Esto ayuda a evitar que este se empape con los jugos de la carne.
Montar la hamburguesa: primero se toma la base del pan y se le coloca una capa ligera de algún aderezo, preferiblemente mayonesa. Luego poner la lechuga para que sirva como una barrera para mantener el pan seco. Ahí es cuando se suma la hamburguesa cocida con el queso. Ato seguido, agregar el tomate, la cebolla morada y los pepinillos. Por último, añadir aderezos adicionales antes de colocar la tapa.
Dejar descansar: se debe permitir que las hamburguesas reposen minutos antes de servir para que los jugos se distribuyan.
De esa forma se puede crear la clásica hamburguesa, pero esta receta se puede variar según el gusto de cada persona. Por ejemplo, se pueden ajustar los tiempos de cocción según cómo se come la carne. A su vez, se pueden cambiar los ingredientes que se suman a la preparación, como puede ser intercambiar la carne por legumbres para crear una hamburguesa vegetariana.