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Directores generales de FTI Group recibieron una denuncia penal por retrasar el pedido de quiebra

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La cúpula de FTI Group podría haber incurrido en un delito al haber retrasado la declaración de insolvencia, presentada finalmente el pasado 3 de junio para su empresa matriz, FTI Touristik. La Fiscalía de Múnich recibió una denuncia penal anónima contra los directores generales de la compañía, que al aparecer apunta directamente al CEO, Karl Markgraf, y al director financiero, Lars Creutzmann.

Así lo dió a conocer el medio alemán especializado fvw, en lo que supone una nueva vuelta de tuerca a la incertidumbre generada por la caída del tercer turoperador europeo, que el pasado viernes dio el paso definitivo y canceló todos los viajes desde el 6 de julio, tras no lograr el administrador concursal un acuerdo con algún competidor que le permitiera mantener la operativa durante este verano.

FTI presentó concurso de acreedores a principios de este mes tras un fallido intento de compra por parte del fondo de inversión especializado en turismo Certares a la familia Sawiris, que también provocó recelos en la prensa alemana. La operación anunciada en abril debía saldarse por la adquisición del grupo turístico por 1€ más una inyección de 125 M€, insuficiente para afrontar la deuda de casi 2.000 M€ contraída durante la pandemia.

Nada entre el anuncio de la compra el pasado 16 de abril y el inicio de la crisis el lunes, 3 de junio, tras un fin de semana de duras negociaciones en Berlín con la administración federal. El grupo turístico emitió un comunicado: declaraba concurso de acreedores para su matriz, FTI Touristik, por insolvencia derivada de elevado endeudamiento.

Los problemas se van acumulando

Sin embargo, los problemas de FTI vienen de antes, a diferencia de sus competidores no había devuelto los préstamos solicitados durante la pandemia de Covid-19 al Gobierno alemán y al de Baviera, que tienen vencimiento en 2026 y 2027. Y ese era el tema de la reunión previa a la caída en Berlín, al parecer Certares quería una importante quita en la deuda que finalmente no le fue concedida.

Paralelamente, la situación financiera del grupo se venía agravando desde meses atrás, el 23 de abril, el turoperador se comprometió por carta con los hoteleros a normalizar los pagos: «FTI se compromete a fortalecer nuestras condiciones y disciplina de pagos. Nuestro objetivo es volver rápidamente a nuestros términos habituales mientras buscamos fortalecer aún más nuestra cuota de mercado para el verano de 2024 con tu apoyo».

El gesto se hizo necesario porque, tal y como se supo más tarde, la desconfianza había movido a muchas empresas hoteleras que contratan plazas con FTI a reclamar prepago, en lugar del habitual pago aplazado a 90 días, como es habitual. A su vez, la desconfianza se había extendido a las agencias de viajes alemanas, hasta el punto de que una de las asociaciones más importantes, VURS, se mostró escéptica ante la compra por Certares.

A finales de febrero parecía que todo marchaba bien para FTI, informó públicamente en ITB Berlín de que alcanzó una facturación por valor de 4.100 millones de euros en el ejercicio 2022-2023, lo que significó un crecimiento del 10%, según expuso en aquel momento. Y ese triunfalismo, al que tres meses ha seguido una aparatosa caída puede ser el germen de esa primera denuncia por retrasar la declaración de insolvencia que gestiona la Fiscalía de Múnich.

Fuente: www.hosteltur.com