El líder del país asiático, el príncipe heredero Mohamed bin Salman bin Abdulaziz, actualmente presidente de Asuntos Económicos, busca incrementar los 18 millones de turistas internacionales que recibirá este 2022 a 120 millones en 2030.
Para conseguirlo está enfocado en el desarrollo de infraestructura, con un aeropuerto que se llamará Rey Salman y que permitirá quintuplicar el número de vuelos anuales que recibe actualmente Ryad, para alcanzar un millón.
Así también, en esta línea está el mega plan de Diriyah, un distrito de valor histórico que será convertido en un polo de atracción turística; más la promoción de otras joyas arqueológicas como Alula.
Días atrás se realizó en Ryad la Cumbre de 2022 del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), otra de las jugadas de ajedrez de Gloria Guevara, quien de encabezar ese organismo hoy es asesora especial del príncipe Salman para impulsar al turismo.
Enfocandose en uno de los grandes choques culturales que tiene el país con los visitantes, Maricarmen Cortés, columnista de Excélsior, narró después de asistir a ese evento, que la equidad de género es el mayor reto que enfrenta esta nación en sus planes turísticos, pues las mujeres siguen padeciendo discriminación a pesar de que ya se les permita manejar coches.
Tampoco hay que ignorar que algunos miembros del Comité Directivo del WTTC decidieron saltarse la Cumbre de Ryad, como protesta a las acciones violatorias de los derechos humanos del príncipe Salman.
El mexicano Alejandro Zozaya, quien también tiene ciudadanía estadounidense y es miembro del Comité Directivo del WTTC, dijo que no participaría en el evento organizado en un país donde no se respetan los derechos humanos.
Escarbando archivos, mencionó el caso del periodista Jamal Khasoggi, al que un informe de inteligencia del gobierno del presidente estadounidense Joe Biden confirmó la vinculación del príncipe Salman con su tortura y asesinato.
No es raro entonces que sólo hayan conseguido como orador principal de la Cumbre a Ban Ki-Moon, un gris ex secretario general de la ONU criticado en su país, Corea del Sur, por ser aburrido y experto en escabullirse de las preguntas difíciles; cuando en el anterior encuentro de Sevilla, el invitado fue el ex presidente estadounidense Barak Obama, casi un rockstar.
Guevara probó ser una líder del turismo, su paso por la WTTC fue clave en la crisis de la pandemia pues su safe travel, el sello de viajero seguro, fue clave en la recuperación turística del mundo.
El gobierno Saudí la sacó a “billetazos” de Londres, donde se encuentra la sede del WTTC, para mudar su residencia a Ryad y no deja de ser una paradoja que una mujer con mucho carácter haya aceptado conducir la promoción de un país machista.
Además de los retos personales y de mercadotecnia que implican posicionar a Arabia Saudita, también será interesante ver cómo lidiará con las previsibles críticas futuras hacia un país con pasivos importantes no sólo de inclusión, sino de respeto a los derechos básicos de las personas.
Fuente:periodicoviaje.com/