El presidente Javier Milei se prepara para firmar un decreto clave que podría llevar a Aerolíneas Argentinas a manos privadas. Así lo confirmó su vocero, Manuel Adorni, quien anunció que la empresa estatal será declarada «sujeta a privatización», siguiendo lo estipulado en el artículo 9 de la ley 23.696 de reforma del Estado, una norma promulgada durante el gobierno de Carlos Menem. La medida, que ya generó reacciones entre los gremios aeronáuticos, requiere la aprobación del Congreso, aunque se prevé que el Ejecutivo solicitará que el trámite sea tratado con urgencia.
El decreto que Milei planea firmar será un paso más en su lucha por reducir el déficit fiscal y cortar lo que su gobierno considera «despilfarros» en la gestión pública. Adorni señaló que Aerolíneas Argentinas fue sostenida durante años con transferencias millonarias de recursos públicos, argumentando que la compañía presenta un «déficit crónico» desde su reestatización en 2008. Según los cálculos oficiales, los aportes del Estado a la aerolínea superan los 8000 millones de dólares, lo que, en palabras del vocero, es «una carga injustificable para todos los argentinos».
El proyecto de privatización no estuvo exento de polémica, especialmente en un contexto de tensión creciente entre el Gobierno y los sindicatos aeronáuticos. Adorni destacó lo que considera excesos en la estructura y beneficios de los trabajadores de la compañía, como salarios por encima del promedio de la industria, pasajes gratuitos, y una sobreabundancia de personal en comparación con la cantidad de aviones en operación.
Mientras tanto, en el Congreso avanzan dos proyectos relacionados con la privatización de Aerolíneas Argentinas, que ya se discuten en las comisiones de Transporte y Presupuesto. A pesar de la resistencia de la oposición y de los sindicatos, la administración de Milei confía en que el Poder Legislativo aprobará la iniciativa en los próximos meses.
El secretario de Transporte, Franco Mogetta, también expresó su respaldo a la medida, argumentando que la privatización es «para el bien de todos los argentinos». Sin embargo, los gremios ya comenzaron a organizar medidas de fuerza, y podría haber un paro general el próximo 17 de octubre, coincidiendo con el Día de la Lealtad Peronista, en señal de protesta por la decisión del gobierno.
En paralelo, la aerolínea se enfrenta a una disputa salarial con los gremios y una serie de batallas judiciales, mientras el oficialismo avanza con su plan para desprenderse de la empresa estatal.