El mundo de la Fórmula 1 no solo revoluciona los circuitos, sino también la industria hotelera. Según un estudio de la consultora Simon-Kucher, el Gran Premio de España, celebrado en el circuito de Montmeló (Barcelona), elevará las tarifas hoteleras a un promedio de 438 euros por noche durante el fin de semana de la carrera. Esto supone un incremento del 37% respecto al fin de semana anterior, donde los precios rondan los 321 euros.
Este fenómeno no es exclusivo de España. En 11 de los 24 Grandes Premios del calendario, el costo del alojamiento supera el doble de su valor habitual. Canadá encabeza la lista con tarifas promedio de 1.750 euros por noche durante el evento, seguido por Abu Dabi y Dallas, donde hospedarse puede costar cerca de 700 euros. En Europa, Bélgica e Italia también registran cifras elevadas, con precios de 633 y 595 euros, respectivamente.
España en el top 10 de destinos más costosos en la F1
El Gran Premio de España ocupa la décima posición entre los eventos con mayor impacto en el sector hotelero, con precios que oscilan entre 400 y 500 euros por noche. Destinos icónicos como Mónaco, Miami y Azerbaiyán también figuran en la lista, mientras que alternativas más económicas incluyen Brasil y China, con tarifas medias de 122 y 141 euros, respectivamente.
Madrid se prepara para el impacto turístico de la F1
En 2026, Madrid debutará como sede de la Fórmula 1, y se espera un impacto similar en la hotelería local. Los expertos anticipan un aumento significativo en las tarifas antes y durante el evento, lo que representará una oportunidad clave para la industria turística.
«Eventos de gran magnitud como la F1 permiten a los hoteleros aprovechar picos de ocupación y maximizar ingresos», explica Miguel Afán, socio responsable de Hospitality en Simon-Kucher. Por su parte, Carlos Fernández, Senior Manager de la firma, destaca que la llegada de la F1 a Madrid y el Mundial de Fútbol de 2030 generarán un impulso clave para el turismo.
Para capitalizar esta demanda, los especialistas recomiendan estrategias como la monitorización en tiempo real de reservas y la flexibilidad en políticas de cancelación. Con una gestión dinámica, los hoteles podrán optimizar sus ingresos y responder eficientemente a los cambios en la ocupación.