Según datos recientes proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la inflación correspondiente a diciembre de 2024 marcó un aumento del 2,7% en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), acumulando una variación anual del 117,8%. Este escenario refleja un fuerte impacto en sectores clave del turismo, como restaurantes y hoteles, que cerraron el año con una inflación acumulada del 126,3%, casi el doble de la media nacional.
Regiones más afectadas
A nivel regional, la Patagonia lideró los incrementos en este rubro, con una inflación acumulada del 147,1%, mientras que el Noreste presentó la más baja con un 109,7%. Estas cifras evidencian disparidades significativas en el costo de los servicios turísticos a lo largo del país, afectando tanto a los prestadores como a los consumidores finales.
Incrementos mensuales destacados
En diciembre, la división de Restaurantes y hoteles mostró un aumento mensual del 4,6%, siendo la más alta en el Gran Buenos Aires (GBA). Esta alza se atribuye a la creciente demanda durante la temporada alta de vacaciones y al ajuste de precios en un contexto inflacionario que afecta a toda la cadena de valor del turismo.
Por otro lado, la categoría Recreación y cultura, otro componente esencial de la actividad turística, registró un incremento anual del 110,7%. Este aumento se debe en parte a la suba de precios en actividades culturales, entradas a espectáculos y servicios recreativos, que son fundamentales para el disfrute de los turistas.
Comparación entre bienes y servicios
En términos de variaciones, los servicios relacionados con el turismo mostraron un incremento mensual del 4,4% en diciembre, mientras que los bienes tuvieron un aumento menor, del 1,9%. Esto subraya cómo la inflación impacta más severamente en los servicios, como alojamiento, gastronomía y actividades recreativas.
El sector turismo también se ve afectado por incrementos en otras divisiones clave, como vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, que subieron un 5,3% en diciembre, así como los costos de transporte y comunicaciones. Estos factores inciden directamente en la estructura de costos de los operadores turísticos, quienes deben trasladar parte de estos aumentos a los precios finales.
Perspectivas para 2025
A pesar de las altas cifras inflacionarias, el sector turístico se enfrenta al desafío de mantener su competitividad, especialmente en un contexto en el que Argentina busca atraer turistas internacionales y fortalecer el turismo interno. El balance entre precios accesibles y la sostenibilidad económica de los prestadores de servicios será crucial para el desarrollo del sector en 2025.
El turismo argentino, aunque resiliente, enfrenta un panorama complejo. Las cifras del INDEC ponen de manifiesto la necesidad de políticas económicas que estabilice los costos en sectores estratégicos como restaurantes, hoteles, recreación y cultura, fundamentales para la experiencia de los viajeros y el crecimiento de la industria.