El impacto de los impuestos al turismo: ¿Beneficio o incongruencia?

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En su tradicional columna, Armando de la Garza, director de México Extraordinario, se refirió al impuesto al turista, un tema que generó debate en diversas ciudades turísticas alrededor del mundo. Con su característico estilo reflexivo, de la Garza compartió con Tres60.Travel su visión sobre las recientes medidas fiscales que buscan financiar los destinos turísticos más populares.

En primer lugar, reflexionó sobre cómo los destinos con altos índices de turismo implementan impuestos después de haberlos promocionado para atraer visitantes: «Tenemos que pagar por todo. Han implementado nuevos impuestos, especialmente en aquellos destinos, como mencionaste, que son más explícitos. Es decir, destinos con una gran cantidad de turistas. Primero lo promocionan para atraer mucho turismo y luego lo compensan con impuestos. Y no es algo nuevo. Recuerda que, hace varios años, también empezó con el impuesto al agua carbonatada, se gravaban los vehículos que no eran híbridos en algunos países, por entrar a ciertas zonas que están restringidas, especialmente históricas. Y ahora, con este impuesto que se aplica al entrar a ciudades como, en este caso, el centro de Barcelona, Venecia, etc, te preguntas: oye, ¿qué está pasando? Primero me dices que vaya, lo promocionas, te bombardean con publicidad, y luego, como los destinos están clasificados, no sabes qué hacer. Y parece incongruente».

Asimismo, continuó profundizando en las implicaciones del impuesto y la falta de claridad en cuanto a su aplicación: “Hay turistas que en lugar de dejar de ramas, generan gasto. También hay muchos que son compensatorios, por los que gastan bastante. Algunos se comen poco y otros comen demasiado. Tiene que haber un balance. Yo creo que mucha gente no lo ve bien. Los ambientalistas de repente tienen sus dudas porque dicen, bueno, ok, ¿este impuesto hacia dónde va? ¿En qué se va a aplicar? ¿Cómo se va a aplicar? ¿Quién lo va a aplicar? Entonces, ese tema de repente dices, acaban de poner un impuesto, ¿te acuerdas? A los cruceros que parece que precisamente se aplazó. ¿Y qué ese impuesto iba a ir a los militares? Es el caso acá de los cruceros. Dices, bueno, ¿me vas a aplicar un impuesto porque estoy contaminando? Pues aplícalo en la reparación o en la implementación de estrategias para poder mejorar esas condiciones que supuestamente yo estoy afectando, ¿no?”.

Sobre la falta de transparencia, de la Garza expresó: “Entonces, a veces me gustaría saber a dónde va el dinero que se saca de una bolsa y a qué bolsa va a dar, porque también no hay mucha transparencia en ese sentido”.

También destacó cómo los impuestos, lejos de ser destinados a fines específicos, se pierden en la «licuadora fiscal»: “Ahora, efectivamente, esos impuestos van a la licuadora fiscal. No se aplica en su actualidad en materia de promoción. Y no estoy hablando solo de México, estoy hablando de todo el mundo. Entonces, al gobierno, entre más impuestos le dan, más gastan y más necesitan”, indicó.

En un análisis más amplio sobre cómo los impuestos afectan la percepción de los turistas, de la Garza comentó: “Por ejemplo, si quieres ir a Manhattan y es tu sueño, y tienes que pagar 9 dólares, bueno, lo pagas. Es como si los gobiernos supieran perfectamente en qué momento pueden aplicarlo, y no les va a molestar. No son tontos, son inteligentes. Dicen, bueno, es impensable que vayas a Nueva York y no vayas a Manhattan, es impensable que vayas a Venecia y no hagas lo mismo. Tus documentos, que los pones en una bolsa pequeña, y dices, bueno, lo pago después. Y no ves el precio final. ¿Cuántas veces te has quedado atrapado en la brecha entre lo que pagas cuando compras un billete de avión, y luego te cargan, que si la maleta, que si el asiento? Bueno, esos son gastos de la aerolínea. Pero en el tema de los impuestos, pagas el IVA, pagas una serie de impuestos, y luego llegas al destino y tienes que pagar por visitar un lugar donde dices: oye, voy a pagar impuestos por estar ahí. Esa es la historia, ¿no? Vas a pagar un impuesto por ir a un hotel, por ir a gastar, por dejar un ingreso. Esta masificación que tienen algunos latinos, creo que ha sido aprovechada por los gobiernos, especialmente por la falta de transparencia en el uso o aplicación de esta idea”.

Finalmente, compartió su opinión sobre cómo algunos impuestos se justifican debido a la calidad de los servicios que ofrecen las ciudades. “Creo que hay impuestos importantes. Mira, en Las Vegas, el impuesto que se aplica, que es uno de los más altos del mundo, se paga si ganas, pero el impuesto se gestiona a través de diferentes comisiones y organizaciones que no son totalmente gubernamentales, y no solo es aplicado por el estado, porque la mayoría de los impuestos van al estado. Entonces, ahí pagas el impuesto al condado, el impuesto al estado y el impuesto federal, son tres impuestos, y es una ciudad segura, radiante, y dices, bueno, voy a pagar un impuesto, pero vale la pena”, mencionó.

Por último, destacó ejemplos de éxito en la aplicación de impuestos a nivel local, como San Antonio y Acapulco, que supieron gestionar sus recursos de manera eficiente: “Creo que en el caso de San Antonio, es un caso exitoso, tiene condiciones suficientes, depende del impuesto a la vivienda, hace un muy buen trabajo, tienen prácticamente un portafolio de eventos a lo largo del año, muy firme. Ahora mismo Acapulco está bien con la comisión, están trabajando bien”.