México se potencia en el turismo de bodas

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El turismo de bodas se consolida como un segmento estratégico que combina experiencias inolvidables para las parejas y un fuerte impacto económico para los destinos. En entrevista con Tres60.Travel, el periodista y especialista en turismo Armando de la Garza y la directora de la International Association of Destination Wedding Professionals (IADWP), Kitzia Morales, compartieron su visión sobre el presente y futuro de esta industria.

Desde su experiencia en la cobertura del sector, De la Garza subrayó la transformación del oficio: “Antiguamente los profesionales en bodas de destino se encargaban de que a la novia no le faltara nada. Hoy organizan eventos con la precisión de un congreso: menú a la carta, logística de huéspedes, calidad de sonido, seguridad. Se han convertido en organismos a prueba de errores”.

Por su parte, Morales destacó que México es líder mundial en bodas de destino: “Cada año se llevan a cabo alrededor de 250 mil bodas de destino, de las cuales 150 mil son de extranjeros que vienen a casarse a México. El Caribe Mexicano es el rey, pero también despuntan Los Cabos, Puerto Vallarta, Riviera Nayarit y destinos coloniales como San Miguel de Allende, Oaxaca o Mérida”, explicó.

La especialista también puso en contexto el peso de la industria: “El mercado global de bodas vale 300 mil millones de dólares, más que toda la industria del café o el fitness. Solo las bodas de destino representan 90 mil millones de dólares y generan beneficios para 72 actividades económicas en cada lugar donde se celebran”.

Ambos coincidieron en que estas celebraciones ya no giran únicamente en torno a la pareja: “Las bodas se han convertido de ser un evento de la novia a ser una experiencia de tres o cuatro días para todos los invitados, similares a una convención. Incluso hay bodas hindúes que duran hasta siete días y congregan a 500 personas”, señaló Morales.

De la Garza reforzó esta idea con un ejemplo personal: “Hoy no sabes qué esperar de una boda de destino, porque entre más creatividad y recursos tenga el organizador, más sorprendente es la experiencia. Ya no se trata solo de un evento, sino de vivir un espectáculo completo”.

En cuanto a los destinos más solicitados, Morales fue categórica: “El top 3 lo encabeza el Caribe Mexicano, seguido por Los Cabos y San Miguel de Allende. Aunque en los últimos años la gran revelación ha sido la Ciudad de México, donde cada vez más parejas jóvenes deciden casarse aprovechando la riqueza cultural y gastronómica de la capital”.

Respecto a la estacionalidad, la presidenta de la IADWP destacó que la demanda se distribuye durante todo el año: “Mientras los extranjeros buscan casarse en México en invierno para escapar del frío, las bodas nacionales se concentran en primavera y verano. Eso hace que la industria funcione los 365 días”.

Finalmente, Morales envió un mensaje a la región: “Nos encantaría que cada vez más parejas mexicanas descubran todas las maravillas que ofrece Argentina, con su tradición vinícola, sus paisajes y su cultura. Estamos seguros de que veremos a muchas parejas cruzadas casándose en nuestros países”.

Con este panorama, tanto De la Garza como Morales coincidieron en que México mantiene su liderazgo en el turismo de bodas gracias a su diversidad de destinos, la calidez de su servicio y el profesionalismo de sus wedding planners, hoy piezas clave en una industria global en pleno auge.