El turismo interior vuelve a ser este año un salvavidas para el sector de los viajes. El mercado nacional no será suficiente para sostener toda esta industria, pero sí que permitirá mantener ciertos niveles de actividad mientras avanza la campaña de vacunación y se resuelven las trabas a la movilidad. Es por ello que el sector turístico ha propuesto al Gobierno activar bonos vacacionales que fomenten los viajes internos, una especie de subvención al veraneo de las familias españolas, como ocurre con el Imserso.
Martí Sarrate, presidente de la asociación de agencias de viaje, Acave, ha defendido esta iniciativa durante la presentación de un estudio sobre el impacto de la pandemia en el sector. «Sería una buena medida para fomentar el turismo nacional», ha explicado desde la sede de Foment del Treball, en Barcelona.
Subvencionar las vacaciones para reanimar el sector
Italia aplicó una medida similar el año pasado y la Comunitat Valenciana ha puesto en marcha un programa propio con buena aceptación y valoración de los agentes turísticos. «El año pasado ya lo pedimos y esta vez lo volvemos a solicitar para reactivar la economía; con el Imserso el Gobierno genera 58 euros por cada euro invertido y ayuda a crear miles de puestos de trabajo», ha puesto a modo de ejemplo Sarrate. Las asociaciones de hoteleros también han pedido al Gobierno que aplique la medida en toda España.
En cuanto a las perspectivas de recuperación, Acave calcula un incremento de actividad del 30% respecto al 2020 para Semana Santa y un 40% para el verano. Si se alcanzan estas cifras «ya estaríamos contentos dada la situación», ha afirmado Sarrate. La demanda y la oferta se concentra básicamente en Baleares y Canarias, las dos comunidades autónomas que en estos momentos lideran la reactivación turística junto a la Comunitat Valenciana.
Falta de liderazgo turístico en Catalunya
Sarrate ha lamentado en cambio que Catalunya se esté quedando «rezagada» en la remontada del sector. Esta comunidad autónoma representa el 24% de la actividad turística de toda España, ha recordado Sarrate. El Govern, ha continuado el presidente de Acave, debe «liderar» iniciativas para crear corredores turísticos seguros, como lo están haciendo otros destinos competidores.
En cuanto a la situación de las agencias de viaje, Sarrate ha explicado que un 20% de éstas no ha reabierto desde el cierre en marzo del 2020 y que el sector no prevé recuperar la facturación del 2019 hasta dentro de entre dos años y medio y 4 años, según una encuesta realizada entre los socios de Acave.
Un 20% de las agencias de viaje ya ha cerrado
Un 67% de los consultados ha llevado a cabo una actividad intermitente a lo largo de este periodo con aperturas parciales y «casi exclusivamente durante el periodo de junio a octubre» y un 10% ha podido abrir todas sus oficinas durante este periodo y continuar operando, aunque con una actividad más reducida.
En cuanto a la facturación, según el presidente de la asociación, un 32% pudo apenas alcanzar un 5% de lo que facturó en 2019, mientras que un 44% no alcanzó el 10%.
Los ERTE, todavía necesarios
Otro 36% de los encuestados ha afirmado que se plantea cerrar definitivamente a lo largo de este mismo año, porcentaje que se sumaría a los que ya lo han hecho hasta ahora, que Sarrate calcula que rondan el 20% del total de las agencias de viajes.
Sobre una de las principales medidas de supervivencia durante este periodo para el sector, el 74% de los encuestados ha afirmado que sigue necesitando los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) para seguir operativos, los cuales llegaron al 95% de las agencias de viaje durante la pandemia.
Los proveedores deben 150 millones de euros
Prácticamente el 100% de los encuestados ha pedido ayudas directas para poder asegurar la supervivencia de sus empresas y casi un 40% defiende la fórmula propuesta por Acave de «crear un fondo de reembolso de los bonos como única solución ante el continuo incumplimiento de las aerolíneas».
Según Sarrate, los proveedores (entre los que se encuentran las aerolíneas), a día de hoy deben a las agencias de viajes cerca de 150 millones de euros, lo que ha provocado que «un 50% de las agencias se hayan visto obligadas a pedir líneas de crédito para seguir a flote».
fuente: Maite Gutiérrez Barcelona