El turismo en España cerrará el año 2024 con una facturación histórica de 200.000 millones de euros y un promedio anual de 2,8 millones de empleos afiliados a la Seguridad Social, según anunció Joan Molas, presidente de la Mesa del Turismo. Este optimismo se sustenta en un incremento del gasto por turista y en la prolongación de la temporada, que permitió a los meses de septiembre, octubre y noviembre superar los resultados de junio, consolidando tanto el turismo vacacional como el urbano.
Además, 2024 marcará un nuevo hito al alcanzar 95 millones de visitantes internacionales, impulsando una recuperación que proyecta alcanzar los tres millones de empleos en el sector para la próxima Semana Santa.
Retos y desafíos en el horizonte
Pese a los logros, Joan Molas advierte sobre “nubarrones en el horizonte” que podrían amenazar esta dinámica de crecimiento. Entre los principales desafíos destacó:
- Falta de mano de obra: la dificultad para cubrir puestos, tanto cualificados como no cualificados, refleja un problema de percepción sobre el turismo como opción profesional, especialmente entre los jóvenes. Molas hizo un llamado al sector privado y público para trabajar conjuntamente en dignificar la imagen del sector.
- Desaceleración del mercado nacional: los últimos meses del año han evidenciado una menor fuerza de la demanda interna en comparación con 2023, aunque las reservas para el próximo puente festivo muestran signos alentadores en destinos de interior y estaciones de esquí.
- Inestabilidad geopolítica: la invasión de Ucrania y los conflictos en Oriente Medio generan incertidumbre global, afectando potencialmente los niveles de consumo en mercados sensibles, como el nórdico, y podrían elevar los costos del transporte.
Controversias en la gestión normativa
Molas también criticó la implementación del Real Decreto sobre el registro de viajeros, acusando al Gobierno de no haber respetado los compromisos asumidos en reuniones con el sector privado. Según explicó, la normativa fue aplicada sin excluir a segmentos clave como MICE (reuniones, incentivos, conferencias y exposiciones), grupos y agencias de viajes, lo que podría generar complicaciones operativas innecesarias.
A pesar de los retos, el turismo español se perfila como un pilar esencial para la economía nacional, reafirmando su papel como motor de riqueza y dinamismo en el país. «El turismo necesita estabilidad y colaboración para seguir creciendo», concluyó Molas, con la vista puesta en un prometedor 2025.