El turismo extiende su impacto por el territorio, pero hay luces y sombras

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El turismo en España crece más allá de la costa, pero enfrenta desafíos por la presión en los destinos más visitados

El turismo en España, tradicionalmente concentrado en destinos de costa, está dejando huella en todo el territorio, según el «Atlas de contribución municipal del turismo en España de 2025», elaborado por Exceltur. El estudio, que en esta segunda edición analiza 500 municipios con mayor oferta turística, confirma la creciente importancia de esta actividad para la economía y el empleo, aunque también advierte sobre los riesgos de una excesiva presión turística en áreas consolidadas, generando tensiones sociales.


En los últimos dos años, el turismo ha reforzado su capacidad para dinamizar la economía local y crear empleo, como muestra el aumento del 19,3% en la ocupación turística en 2024 respecto a 2022. Sin embargo, este crecimiento no está exento de polémica. El informe señala episodios de descontento social en varios destinos, especialmente debido a la saturación en los municipios más visitados, lo que plantea la necesidad de nuevas estrategias de gestión.


La expansión de las viviendas turísticas es uno de los factores que más contribuyen a la presión. Entre 2022 y 2024, las plazas de viviendas turísticas crecieron un 25,3%, muy por encima del incremento de las plazas hoteleras (2%) y de otros alojamientos reglados como campings y casas rurales (1,4%). Para Exceltur, esta tendencia exige repensar el modelo turístico, pasando de un enfoque centrado en maximizar la llegada de visitantes a uno que valore también la calidad de vida de los residentes.


Los 50 municipios con mayor presencia turística concentran el 40,9% de la oferta total, con un predominio de destinos de sol y playa en la costa peninsular e islas. Aunque la inversión privada ha impulsado el reposicionamiento de algunos enclaves mediante mejoras hoteleras, Exceltur alerta sobre la limitada capacidad de respuesta estructural de las administraciones públicas para acompañar estos cambios. Señala la necesidad de reforzar inversiones en vivienda, infraestructuras y gestión de visitantes para evitar que el éxito turístico termine afectando la convivencia y sostenibilidad de los destinos.