El auge del turismo y la inversión extranjera en España ha intensificado la presión sobre el mercado inmobiliario en varias regiones clave, según reveló Ángel Gavilán, director general de Economía del Banco de España, durante el «I Encuentro entre productores y usuarios de estadísticas de Turismo INE-IEGD-CSIC».
En su intervención, Gavilán destacó que más del 25% de las compraventas de vivienda en Baleares durante 2024 fueron realizadas por extranjeros no residentes. Le siguen la Comunidad Valenciana y Canarias (ambas cerca del 20%), Murcia (más del 15%) y Andalucía (10%). A nivel nacional, las operaciones de este tipo representaron el 8% del total.
El análisis también alerta sobre el fuerte impacto del alquiler turístico, especialmente en zonas urbanas costeras. En Marbella, la vivienda vacacional representó más del 60% de la oferta en alquiler en 2023. En la periferia de Elche, alcanzó el 70%, y en Málaga capital, superó el 50%.
Esta situación ha generado tensiones urbanas significativas, afectando el acceso a la vivienda residencial y aumentando la presión sobre recursos naturales. El informe también advierte sobre retos estructurales en el sector turístico, como la baja productividad laboral, la escasa inversión en innovación y la elevada concentración de empleo en jóvenes, trabajadores extranjeros y de baja cualificación.
No obstante, se reconocen avances en la diversificación estacional y geográfica del turismo, y en la mejora de la oferta hotelera. España, que se mantiene como el segundo destino mundial por llegadas, sigue siendo uno de los países más competitivos del entorno mediterráneo según el World Economic Forum.
