El turismo indígena es un sector en constante expansión que alcanzará los 61.500 millones de euros a nivel global para 2034, según un informe del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC). Con un crecimiento proyectado del 4,1% anual en la próxima década, se espera que este segmento impulse el desarrollo económico de las regiones más remotas y favorezca la preservación cultural de las comunidades indígenas.
Este tipo de turismo ofrece a los visitantes la oportunidad de sumergirse en las tradiciones, idiomas e historia de los pueblos originarios de los cinco continentes. En Australia, más de 1,4 millones de turistas internacionales participaron en experiencias indígenas en 2019, con un crecimiento anual del 6% desde 2010. En 2023-24, casi el 87% de los turistas en Australia Occidental mostró interés en estas actividades, con un 36% participando activamente y generando 58,5 millones de euros en el Producto Estatal Bruto en 2021-22.
Este sector ganó terreno tras la pandemia de Covid-19, ya que muchos viajeros buscan experiencias en espacios naturales y al aire libre. Además, los pueblos indígenas son los mejores guías para compartir sus tradiciones, mostrando el turismo desde una perspectiva autóctona.
Canadá destaca con cerca de 2.000 empresas de turismo indígena que generan más de 39.000 empleos y aportaron 1.130 millones de euros en 2017. Igualmente, en Guna Yala, Panamá, el turismo indígena ha sido fundamental para la economía local.
Julia Simpson, presidenta del WTTC, destacó que este tipo de turismo no solo contribuye a preservar las tradiciones de los pueblos originarios, sino que también empodera a las comunidades, garantizando que controlen tanto sus historias como su futuro económico. Ante el creciente interés en experiencias auténticas, Simpson subrayó la importancia de proporcionar a estas empresas los recursos y financiamiento necesarios para su prosperidad.