El turismo internacional en México mostró signos de desaceleración durante los primeros seis meses del año, afectando tanto la llegada de turistas como el gasto promedio por visitante. Aunque el crecimiento de los ingresos en el periodo de enero a junio fue del 7,7%, esta cifra positiva se debe en gran medida a los buenos resultados de febrero y marzo. A partir de abril, el crecimiento de los ingresos fue más bajo, impactado principalmente por el débil desempeño del turismo aéreo y el escaso incremento en el gasto medio por turista.
El primer semestre del año cerró con cifras poco alentadoras para el sector turístico. Junio, en particular, fue el mes con el peor desempeño en cuanto a la llegada de turistas internacionales, especialmente aquellos que llegaron por vía aérea. Esta tendencia negativa también afectó al turismo doméstico, con una disminución en la llegada de turistas nacionales a hoteles.
Además de la estancada llegada de turistas aéreos, el gasto promedio realizado en junio no mostró mejoras en comparación con el mismo mes del año pasado. Los destinos de playa, tradicionalmente populares entre los turistas internacionales, no experimentaron crecimiento en ese mes, y lugares como Cancún registraron disminuciones significativas en la llegada de visitantes extranjeros por vía aérea.
La caída en el turismo doméstico agrava aún más la situación del sector, que enfrenta desafíos importantes. Se hace evidente la necesidad de un cambio en las políticas de promoción turística y la implementación de estrategias que aborden el problema de la inseguridad en los destinos, con el fin de mejorar la imagen de México como un destino atractivo y seguro para los turistas internacionales.
