El turismo de interior y rural especializado, no masificado y de proximidad es el plato fuerte que ofrece España esta semana en la Bolsa de Turismo de Lisboa (BTL), la principal feria del sector en Portugal, que llega con optimismo para 2023.
Extremadura, Castilla y León, Castilla – La Mancha, Andalucía, Galicia y las Islas Canarias son las regiones españolas con un expositor propio, aunque también han marcado presencia entidades como la cadena de hoteles Meliá, entre otras, en este congreso, que espera acoger a 60.000 visitantes entre este miércoles y el domingo.
«El 2023 lo enfocamos con mucho optimismo aunque siempre con cautela, porque venimos de un 2022 que hemos superado ya los niveles pre Covid», explicó a el director general de Turismo de la Junta de Extremadura, Francisco Martín Simón, quien insistió en que este año «se presenta fantástico».
Indicó que las pernoctaciones y el empleo superaron en 2022 los niveles de 2019, cuando hubo cifras récord, y en enero se han superado los números registrados hace cuatro años.
Su objetivo este año es aumentar el gasto de los turistas en el territorio.
Sin embargo, recordó la «demanda histórica» de que se avance con la implantación de los trenes de alta velocidad con el país vecino para potenciar las comunicaciones terrestres, una petición a la que se suma Galicia.
MERCADO PORTUGUÉS, CLAVE
El coordinador de Promoción de Andalucía en Portugal, Juan Manuel Ortiz Pascual, recordó que, ante un 2023 en el que se espera «una cifra creciente» de viajeros y pendiente de la apertura de mercados más lejanos como el asiático, la cercanía del portugués ayudará en el contexto inflacionario y de guerra.
«Como ya pasó con el covid, si bien se redujeron todas las cifras, el mercado portugués sufrió menos por el hecho de que el desplazamiento a Andalucía requiere menos inversión», explicó.
En total, la oferta que promociona España en esta feria es mayoritariamente un turismo rural especializado, con subsectores como el gastronómico, el deportivo o el de naturaleza, entre otros, que ganó adeptos tras la pandemia y planea crecer todavía más.
El congreso, con cerca de 1.400 expositores y unos 75 destinos internacionales, ocupa los cuatro pabellones de la Feria Internacional de Lisboa, escenario habitual de la BTL.
PERSPECTIVAS MEJORES QUE 2019
El optimismo es la tónica general entre los asistentes: «Espero que sea una feria mejor que antes del Covid», contó Luís Silva, que lleva la comunicación de varios clientes del sector y que cree que, pese a las «circunstancias económicas», va a ser un «buen año».
«Los hoteles están a tope», aseguró Lorena Carrasco, de Le Room Service -empresa de servicios para hotelería-, quien dijo que la gente «viaja más ahora que antes» de la pandemia.
Desde América Latina, la guerra en Ucrania sí se ve como un factor problemático. «Tengo contacto con personas con miedo de venir a Europa porque creen que va a faltar calefacción en los hoteles o tranquilidad», señaló Jorge Leite, presidente de la Asociación Brasileña de Agencias de Viajes de Piauí (Brasil).
Esta 33ª edición cuenta por primera vez con un área temática dedicada al turismo LGBTI+, cuya demanda «ha crecido en Portugal», según los organizadores, y volverá a tener un espacio dedicado a las empresas del sector de la innovación, el BTL LAB.
El primer día ha estado marcado también por una protesta de propietarios de pisos turísticos a las puertas del recinto contra las medidas anunciadas por el Gobierno del socialista António Costa para regular la crisis de vivienda que vive el país con limitaciones a estos alojamientos.
Fuente: Infobae