El nuevo Registro Estatal de Viviendas de Uso Turístico pone en jaque al 87% de la oferta publicada en plataformas como Airbnb.
Desde el 1 de julio, las viviendas turísticas en España deben estar inscritas en el Registro Estatal de Viviendas de Uso Turístico (VUT) para operar legalmente, incluso si ya cuentan con licencias locales. Sin embargo, solo el 13% de los alojamientos disponibles en Airbnb han incorporado el Número de Registro Autonómico (NRA), lo que deja en riesgo de ser retiradas del mercado más de 1,1 millones de plazas, según datos de Mabrian.

El análisis realizado por Mabrian muestra grandes disparidades regionales. En Andalucía, la comunidad con mayor cantidad de VUTs, solo el 10,2% ha incorporado el NRA. En Cataluña, apenas el 8%, mientras que la Comunidad Valenciana alcanza un 15,2%, Canarias un 16,8% y Baleares un 12,2%.
Carlos Cendra, director de Marketing de Mabrian, explicó que la mayoría de los anfitriones iniciaron los trámites una vez entrada en vigor la normativa, lo que ha generado una avalancha de solicitudes. Esto representa un riesgo operativo en plena temporada alta, con implicancias directas para el turista, las economías locales y la capacidad de carga de los destinos.
Este nuevo requisito apunta a ordenar y transparentar el mercado de alquileres turísticos, pero también abre el debate sobre el impacto de la regulación en la oferta disponible, especialmente en destinos altamente dependientes del turismo estacional.