Con una apertura de fronteras, el pasado 1 de noviembre, Australia permitirá ahora la entrada de estudiantes y trabajadores cualificados que estén vacunados contra COVID-19, a partir del 1 de diciembre. Además podrán ingresar grupos de viajeros en burbuja procedentes de Japón y Corea del Sur. La medida fue anunciada por el primer ministro australiano, Scott Morrison, mediante una conferencia de prensa en Camberra.
Después de 18 meses de cierre, llegó la reapertura de fronteras. Este proceso comenzó a dar luz verde al ingreso de residentes y ciudadanos australianos y sus familiares directos.Antes de esto, en abril, Australia abrió un corredor de viaje sin cuarentenas con Nueva Zelanda, aunque luego fue suspendido en varias ocasiones debido a rebrotes del coronavirus.
De cara a diciembre y el permiso de entrada para este nuevo grupo, el primer ministro dijo «el retorno de los trabajadores cualificados y los estudiantes a Australia es un importante hito en nuestro camino de recuperación».
Esto supone una buena noticia para las universidades australianas, que dependen de las matrículas internacionales y calculan que hay unos 130.000 estudiantes extranjeros a la espera de retomar sus estudios, así como para los sectores que necesitan de los trabajadores cualificados y de la mano de obra de los jóvenes extranjeros.
Más ingresos
La entrada a Australia sin exenciones también beneficia desde esa fecha a los trabajadores humanitarios, los titulares de visados de vacaciones y trabajo y de reunión familiar provisional, según un comunicado de Scott Morrison, cuyo Gobierno espera que unos 200.000 inmigrantes con estos visados entren al país entre diciembre y enero próximo.
Para acceder al país, los viajeros beneficiados con las exenciones deberán presentar su certificado de vacunación, un resultado negativo de una prueba PCR a las que se sometan tres días antes de su viaje y deberán cumplir con los requisitos adicionales que se imponen en las distintas regiones del país.
Australia, que ha administrado las dos dosis de la vacuna de la COVID-19 a más del 85% de su población objetivo de un total de 25 millones de habitantes, sigue luchando con casos de contagio en los estados de Victoria y Nueva Gales del Sur, además de en comunidades aborígenes del Territorio Norte.
Reticencia
Desde el inicio de la pandemia, el país oceánico, que este fin de semana fue escenario de protestas contra las vacunas obligatorias para ciertos sectores y las medidas para frenar la pandemia, acumula más de 198.500 contagios, que incluyen unos 1.950 fallecidos y 12.600 infecciones activas.
Fuente:hosteltur.com