En su edición 44 de la Feria Internacional de Turismo (Fitur), la presencia de Argentina fue diferente a la de años anteriores y esta disparidad fue muy notable.
Los representantes que participaron de esta vitrina, considerada las más destacada de habla hispana en el ámbito turístico, levantaron el pabellón antes de que se abrieran las dos ultimas jornadas para todo el público.
Con una concurrencia que superó los 250 mil asistentes, esta edición de Fitur fue una de las más exitosas de los últimos años. En este contexto y como es habitual año a año, Argentina presentó sus bondades y atractivos turísticos a los visitantes. Lamentablemente y teniendo en cuenta este favorable escenario de difusión, el stand nacional fue abandonado abruptamente a tan solo dos días de la conclusión del evento internacional.
Sin lugar a dudas esto generó un gran desencanto a propios y extraños, porque a pesar de haber realizado una inversión superior a los 120 millones de pesos por parte del actual gobierno nacional en un contexto económico complicado para el país, nadie comprende por qué se desaprovechó una oportunidad como esta para promocionar Argentina.
Incomprensión
Según la prensa especializada en la industria, desde el empresariado argentino manifiestan un profundo descontento por esta decisión de abandono y desinterés. Muchos de ellos dirigen sus criticas a los responsables de la cartera nacional de Turismo.
Días atrás, los principales referentes políticos de sector manifestaron a la prensa, la necesidad de promover el crecimiento de la actividad a todo el mundo, es por ese motivo que queda en el aire la duda de por qué se tomó la decisión de dejar vacío el pabellón de Argentina antes de tiempo.