Enclavadas en la frontera entre Italia y Eslovenia, Gorizia y Nova Gorica se preparan para un hito histórico: convertirse en la primera Capital Europea de la Cultura Transnacional. Este reconocimiento, parte del programa GO!2025, marca un renacimiento cultural para estas dos ciudades hermanas, separadas por el Tratado de París en 1947 pero unidas nuevamente tras la adhesión de Eslovenia a la Unión Europea en 2004.
El título de Capital Europea de la Cultura traerá consigo una afluencia sin precedentes de visitantes, con expectativas de hasta cinco millones de turistas en 2025, un salto significativo respecto a los 250.000 que reciben anualmente. Este evento histórico no solo celebra la rica herencia de ambas ciudades, sino que también presenta un modelo de coexistencia sin fronteras en el corazón de Europa.
Dos Ciudades, una historia compartida
La historia de Gorizia y Nova Gorica es un testimonio de las tensiones políticas y culturales que moldearon Europa en el siglo XX. Mientras Gorizia, con su castillo medieval y calles empedradas, evoca un pasado imperial austrohúngaro, Nova Gorica refleja el espíritu modernista de la Yugoslavia de Tito, con arquitectura de líneas simples y un diseño urbano que priorizó la funcionalidad.
En la actualidad, la frontera que alguna vez las separó se ha transformado en un símbolo de unidad. La Piazza Transalpina, ubicada justo en el límite, es el epicentro del proyecto GO!2025, con nuevos espacios culturales y galerías subterráneas que prometen ser un atractivo clave para los visitantes.
GO!2025: un laboratorio cultural sin fronteras
El programa GO!2025 no solo es un escaparate cultural, sino también un experimento social y político. Con un calendario de eventos que abarca conciertos, exposiciones de arte y danzas, la iniciativa destaca la capacidad de estas dos ciudades para navegar entre culturas y sistemas políticos diferentes.
Uno de los aspectos más innovadores del proyecto es la colaboración entre los museos fronterizos de ambas ciudades, como el Museo Italiano Lasciapassare y el Museo Esloveno Muzej na Meji. Estas instituciones cuentan historias complementarias de la vida a lo largo de la frontera, desde el contrabando de bienes hasta las conexiones familiares divididas por líneas políticas.
Un destino con nuevas perspectivas
Gorizia y Nova Gorica ofrecen una diversidad de experiencias para los visitantes. Desde la majestuosidad del castillo de Gorizia hasta los frescos y jardines escondidos de Nova Gorica, cada rincón invita a descubrir los matices de su historia compartida.
En la cima de la colina Kostanjevica, la iglesia franciscana del siglo XVI guarda la cripta de Carlos X de Borbón, el último rey Borbón de Francia, enterrado en este enclave transnacional, un símbolo perfecto de la intersección cultural que caracteriza a estas ciudades.
Un futuro compartido
GO!2025 representa una oportunidad única para redefinir el concepto de fronteras en Europa, mostrando cómo dos ciudades con historias divergentes pueden unirse para celebrar su patrimonio común. Con el Adriático al sur y los Alpes al norte, Gorizia y Nova Gorica son un ejemplo inspirador de cómo la colaboración transnacional puede dar lugar a una identidad compartida y un futuro prometedor.
