Gran Canaria apuesta por la digitalización y promoción de su tradición artesanal con la instalación de un código QR en lugares clave de la isla. Esta herramienta permitirá a los turistas acceder de manera rápida y sencilla a información sobre más de 20 talleres artesanos distribuidos en ocho municipios.
El código QR estará disponible en edificios emblemáticos como el Faro de Maspalomas, oficinas de Información Turística y diversas empresas asociadas a Gran Canaria Redonda, la entidad que agrupa a marcas oficiales de turismo.
Una ventana digital a la artesanía local
La iniciativa fue presentada por Minerva Alonso, consejera de Desarrollo Económico, junto a Carlos Álamo, consejero de Turismo, y Carmelo Ramírez, gerente de la Fedac. A través del QR, los visitantes podrán conocer los nombres de los artesanos, sus oficios, los productos que elaboran, horarios de visita y localización en Google Maps, además de teléfonos y correos electrónicos para programar visitas personalizadas.
Según Alonso, este proyecto representa un avance en la digitalización del sector artesanal, facilitando el acceso a la información y promoviendo un turismo más sostenible y enriquecedor.
Por su parte, el consejero de Turismo destacó que conocer el proceso de creación de un producto artesanal añade valor a la compra y contribuye a un turismo respetuoso con la cultura local. Además, subrayó que esta apuesta por la artesanía es clave para que el gasto turístico beneficie directamente a la comunidad.
Más visibilidad y oportunidades para los artesanos
El gerente de la Fedac explicó que la web asociada al código QR estará en constante actualización, permitiendo incorporar nuevos talleres y modificar información en tiempo real.
Entre los talleres incluidos en esta red destacan:
- Vera Soddu, especializada en cerería artesanal.
- Tuula Giraldo Álava, experta en vidriería.
- Centro Locero La Atalaya, dedicado a la alfarería tradicional.
- Rocío Torres Álvarez y Gustavo, en cerámica.
- Paco Garzón, diseñador que fusiona marroquinería y joyería en cuero.
Esta iniciativa fortalece la economía local, preserva el patrimonio artesanal y convierte los talleres en puntos de interés turístico, consolidando a Gran Canaria como un destino que apuesta por la cultura y la sostenibilidad.
