El gobierno griego anunció que, a partir del 1 de enero de 2025, prohibirá la emisión de nuevas licencias para alquileres a corto plazo en tres distritos centrales de Atenas, como parte de una estrategia para combatir la escasez de viviendas en la capital.
Esta medida, que busca mitigar los efectos del auge de plataformas como Airbnb, tendrá una duración inicial de un año, aunque podría extenderse si fuera necesario, según indicó la ministra de Turismo, Olga Kefalogianni. La ministra subrayó la importancia de equilibrar el próspero sector turístico con las necesidades habitacionales de los residentes locales, quienes se han visto afectados por el aumento de estos alquileres.
Además de la prohibición, el gobierno implementará un aumento en el impuesto a los alquileres de corta duración. Durante la temporada alta de turismo, entre abril y octubre, el impuesto subirá de 1,5 euros a 8 euros, mientras que en los meses de invierno oscilará entre 0,5 euros y 2 euros.
Kefalogianni señaló que estos alquileres, al funcionar de manera similar a los hoteles, incrementaron la presión sobre las comunidades locales, lo que justifica la intervención del gobierno.