El Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat) proyecta la llegada de aproximadamente 160 mil turistas internacionales y tres millones de visitantes nacionales a los principales destinos turísticos del país durante la Semana Santa. Así lo informó el director de la entidad, Harris Whitbeck, en declaraciones recogidas por el Diario de CentroAmérica.
De acuerdo con Whitbeck, la mayoría de los visitantes internacionales procederán de países centroamericanos, especialmente de El Salvador, mientras que el grueso de los desplazamientos corresponderá al turismo interno. Asimismo, destacó que se prevé un incremento en la afluencia de viajeros a partir del mes de marzo, cuando tradicionalmente se registra un aumento en la asistencia a los centros turísticos.

Para garantizar la seguridad y el bienestar de los turistas, el Inguat trabaja en coordinación con los ministerios de Gobernación y Defensa, además de otras dependencias gubernamentales. Como parte de estas acciones, se establecerán centros de atención en puntos estratégicos del país, donde se brindará información turística, asistencia en varios idiomas y apoyo a los visitantes.
Por su parte, el vocero de la Policía Nacional Civil, Edwin Monroy, informó que ya se está implementando la logística necesaria para desplegar un plan de seguridad especial durante la celebración. Estas acciones incluirán labores de prevención y coordinación enfocadas en la protección de la población durante el período festivo.
En la Semana Santa de 2024, el turismo en Guatemala generó cerca de 350 millones de dólares, lo que representó un incremento del 6,1 % en comparación con el año anterior. En ese período, se registraron más de tres millones de visitantes nacionales y 143 mil turistas extranjeros, en su mayoría provenientes de El Salvador.
Entre los destinos más visitados durante la Semana Santa destacan La Antigua Guatemala, Retalhuleu, Quetzaltenango, las playas del Pacífico, Izabal, Atitlán, Verapaces, Esquipulas y Petén. Además, la celebración, declarada Patrimonio Cultural de la nación desde 2008, refleja la fe y devoción de los guatemaltecos a través de alfombras coloridas, romerías, peregrinaciones y una variada gastronomía típica.