Durante el reciente viaje de Tres60.travel a Honduras, en el marco del Centroamérica Travel Market, el equipo visitó uno de los destinos más emblemáticos del occidente hondureño: Hacienda San Lucas, una propiedad centenaria que combina legado familiar, espiritualidad ancestral y una de las propuestas gastronómicas más auténticas de Centroamérica. Su gerente general, Jorge Cueva, dialogó con el medio y compartió la historia y visión de este proyecto que hoy es referente en turismo cultural y sostenible.
De herencia familiar a destino turístico
La historia de Hacienda San Lucas está íntimamente ligada al desarrollo de Copán Ruinas, uno de los sitios mayas más importantes del continente. Según relató Cueva, la propiedad llegó a la familia a finales del siglo XIX, cuando su abuelo —procedente de una zona cercana a Guatemala— se estableció en el valle y participó activamente en la conformación del pueblo. En aquel entonces, Copán apenas era una aldea, pero ya despertaba el interés de arqueólogos que llegaban auspiciados por instituciones como la Canning Institution, la misma que dio origen a la Universidad de Harvard.
Con los años, la hacienda se dedicó a la agricultura y la ganadería, pero fue el padre de Cueva quien le dio el nombre actual. “Mi papá quería ser arqueólogo, pero terminó siendo médico. Al recibir esta parte de la herencia, quiso bautizarla como Hacienda San Lucas, por el santo patrono del ganado y porque también era médico”, recordó.
El proyecto turístico tomó forma en 1998, cuando la hermana mayor de Cueva propuso transformar la antigua casa de campo en un alojamiento rural. Comenzaron con solo dos habitaciones, vendiendo una vaca por semana para poder pagar la mano de obra. Hoy, más de 25 años después, Hacienda San Lucas se ha consolidado como un icono del turismo hondureño, combinando naturaleza, cultura y hospitalidad genuina.

Un santuario maya dentro de la propiedad
Uno de los atractivos más singulares del lugar es el Sitio Ceremonial de Los Sapos, ubicado dentro de las 170 hectáreas de reserva privada que conforman la hacienda. Se trata de un espacio sagrado protomaya, utilizado siglos antes de la fundación oficial de Copán.
Investigadores de universidades de Estados Unidos y Japón han confirmado que allí se realizaban rituales vinculados a la fertilidad. “Es un sitio de mujeres. Hay energía concentrada, una conexión profunda que no logramos explicar del todo. Incluso hemos tenido ceremonias con chamanes y, aunque parezca increíble, algunas mujeres han logrado quedar embarazadas después de visitarlo”, relató Cueva.
El gerente subrayó que este espacio arqueológico aporta un valor único al destino, conectando al visitante con una dimensión espiritual poco difundida de la cultura maya.
Gastronomía ancestral que destaca en Latinoamérica
La cocina de Hacienda San Lucas es otro de sus pilares. Su plato insignia, el pollo al Loroco, ha sido reconocido internacionalmente. Elaborado con una flor aromática utilizada desde tiempos mayas, se acompaña de arroz con chipilín, tortillas recién hechas y queso fresco de la misma hacienda.
“Nuestro objetivo siempre ha sido preservar la identidad culinaria. En 2020 nos incluyeron entre los 50 Mejores Restaurantes de Latinoamérica, algo que jamás imaginamos”, comentó Cueva.
El equipo trabaja actualmente en el desarrollo de una nueva propuesta gastronómica basada en el cacao, retomando ingredientes originarios de la región.

El impulso del Centroamérica Travel Market
Cueva destacó además el impacto positivo del Centroamérica Travel Market (CATM) para la promoción de Copán y de la hacienda. “Fue extraordinario recibir a tantos profesionales de turismo del mundo. Incluso llegó gente desde India. Este evento abrió una ventana enorme para dar a conocer Copán, un sitio arqueológico donde se encuentra el texto escrito más largo de toda América”, afirmó.
El gerente insistió en que Copán debe ser vivido con tiempo: “Recomendamos quedarse tres o cuatro días para entender la profundidad histórica del lugar y disfrutar sus múltiples atractivos”.
Un llamado a descubrir Copán
Finalmente, Cueva extendió una invitación a los viajeros. “Estamos aquí, en Copán, listos para recibirlos. La experiencia es única: arqueología, naturaleza, espiritualidad y una gastronomía que honra a nuestros ancestros”.


