En el Foro Hosteltur 2025, líderes de la industria hotelera española expresaron su preocupación ante el creciente poder de las cadenas hoteleras de Estados Unidos, una tendencia que podría amenazar la independencia de las empresas locales. Durante el panel “Transformación Estratégica en la era del cambio constante: Expansión y Diversificación”, directivos como Abel Matutes Prats, presidente de Palladium Hotel Group, y Amancio López, presidente de Hotusa, destacaron que las hoteleras norteamericanas están ganando terreno gracias a sus sólidos programas de fidelización y su dominio tecnológico.
Matutes Prats explicó que, tras la pandemia, los grandes grupos estadounidenses supieron capitalizar la información y reactivar el mercado antes que sus competidores europeos. Las alianzas entre cadenas españolas y norteamericanas han crecido, pero generan dudas sobre posibles absorciones. Según Matutes, los programas de fidelización de las hoteleras de EE.UU. ofrecen un valor añadido en destinos vacacionales, un área donde antes no lograban rentabilidad por sí solas, pero ahora encuentran un “match natural” con el know-how español.

Amancio López también advirtió sobre el desequilibrio en las negociaciones y la presión normativa que afecta la competitividad del sector en España. Criticó que se penaliza fiscalmente al turismo como si fuera una actividad nociva, a la vez que surgen normativas como el nuevo registro de viajeros que complican la experiencia del cliente. López subrayó que la inseguridad y el crimen organizado representan amenazas adicionales, incluso para Europa.
El desafío clave para las hoteleras españolas, coincidieron los expertos, es abrazar la innovación y la tecnología para no perder terreno frente a las potentes compañías norteamericanas. López propuso un gran plan tecnológico nacional y la reconversión de destinos maduros, mientras que Rosana Morillo resaltó el potencial de la innovación para convertir a España en líder en combustibles alternativos. Frente a la presión internacional, la modernización tecnológica y la diversificación aparecen como los motores del futuro turístico español.