El especialista en marketing turístico y fundador de Travel Update, Hernán Cousté, explicó en Tres60.travel por qué trabajar la identidad de un destino es el primer paso para desarrollar campañas de promoción eficaces y auténticas.
Durante una nueva edición del noticiero de turismo Tres60.travel, Hernán Cousté analizó uno de los pilares del marketing territorial: la identidad turística. En diálogo con el programa, el experto destacó que esta construcción no solo es clave para atraer visitantes, sino también para generar experiencias memorables y genuinas.
“La identidad es lo primero que tenemos que trabajar. Es la forma de significar lo que somos, cómo vemos nuestro entorno y cómo lo compartimos con los demás”, afirmó Cousté.
El especialista explicó que la identidad de un destino no depende únicamente de sus paisajes, sino que se construye a partir de la cultura local, las creencias, la forma de vivir y la manera de recibir al visitante. Incluso, remarcó que lugares geográficamente cercanos pueden tener identidades completamente distintas: “En Costa Rica, por ejemplo, tenés localidades en el mismo valle que tienen perfiles propios muy marcados”.
Además, señaló que trabajar sobre la identidad permite identificar el tipo de turista ideal para cada destino, y crear mensajes más relevantes: “No es lo mismo un destino de montaña orientado al relax que uno que se promociona para experiencias de aventura. El mismo entorno puede ofrecer distintas vivencias, y eso hay que contarlo bien”, apuntó.
Campañas memorables: del “país-casa” a los memes con llamas

Consultado por ejemplos exitosos, Cousté recordó una campaña nacional argentina de 2012-2013 que lo marcó especialmente. “Mostraba al país como una gran casa: desde el balcón veías las cataratas, pasabas al living y aparecías en Puerto Madryn con ballenas, o caminabas por una calle de Buenos Aires. Era una forma emocional y visualmente poderosa de transmitir la diversidad del país y cómo cada rincón te hace sentir algo distinto”, relató.
También valoró otras campañas más pequeñas y disruptivas, como aquellas que incorporan elementos de la vida cotidiana, por ejemplo en Cusco, donde se mostraba la convivencia entre autos y llamas como parte del paisaje urbano. “Ese tipo de imágenes construyen identidad desde la experiencia, no desde el folleto”, agregó.
En cuanto a su experiencia profesional, mencionó el trabajo realizado en Tircara, donde la identidad local fue integrada a una propuesta boutique de relax, resaltando los sabores, colores y el trato humano, con el arte y la cultura del norte argentino como elementos centrales.
Consejos para construir identidad turística
Cousté finalizó con una recomendación para quienes estén diseñando campañas de promoción: “Caminen con la gente. La sabiduría está en quienes viven el destino día a día. Ahí están las historias que vale la pena contar”.
Para el especialista, no se trata de buscar fórmulas complejas: “Es más simple de lo que parece, pero requiere sensibilidad. Escuchar, observar y narrar con el lenguaje local es lo que verdaderamente conecta con los visitantes”.
Con su habitual tono cálido y reflexivo, Hernán Cousté dejó en claro que la identidad no se impone: se descubre, se vive y se comparte. Y en ese proceso, el marketing turístico puede convertirse en una poderosa herramienta de conexión cultural.