Los incendios forestales que se han desatado en diversas regiones de España en las últimas semanas han dejado al descubierto una realidad preocupante: la fragilidad del patrimonio cultural y natural del país ante fenómenos extremos. Las consecuencias no solo se ven en los paisajes calcinados o monumentos dañados, sino también en el golpe directo al turismo, uno de los motores económicos de varias comunidades.
Monumentos históricos en riesgo
En Córdoba, un incendio afectó parte de la emblemática Mezquita-Catedral. El fuego provocó el derrumbe del techo de una capilla y daños en otras dos, lo que obligó a suspender temporalmente las visitas nocturnas al espectáculo “El Alma de Córdoba”. Aunque las visitas diurnas y el acceso a la Torre del Campanario se mantuvieron, el impacto generó preocupación. No es un hecho aislado: es el tercer incendio que sufre el monumento en más de mil años.
Las Médulas, naturaleza y cultura en pausa
En León, las llamas alcanzaron el entorno de Las Médulas, una joya natural y Patrimonio Mundial de la UNESCO. Se perdieron castaños centenarios y se dañaron instalaciones clave para el turismo, como el Aula Arqueológica y el mirador de Orellán. Las visitas guiadas, recreaciones históricas y recorridos turísticos fueron suspendidos. Aunque la estructura principal de las antiguas minas romanas no fue alcanzada por el fuego, la experiencia turística quedó paralizada.
Tarifa: la tensión entre naturaleza y desarrollo
En Tarifa, Cádiz, dos incendios pusieron en jaque al Parque Natural del Estrecho y Los Alcornocales, zonas de altísimo valor ecológico. Se evacuaron hoteles, campings y urbanizaciones completas. Organizaciones ambientalistas como SEO/BirdLife y Ecologistas en Acción advirtieron que la creciente presencia de infraestructuras turísticas en áreas sensibles, sumada a la falta de prevención, agrava el riesgo. Además de los daños en vegetación y fauna, estas entidades reclaman una restauración urgente y un modelo turístico más responsable con el entorno.
Turismo en alerta y medidas de recuperación
Los efectos de los incendios se reflejan en cancelaciones de reservas, caída de ingresos y una imagen negativa de los destinos afectados. En respuesta, autoridades regionales y locales han anunciado planes de rehabilitación. En el caso de Las Médulas, se buscará redirigir recursos del Plan de Sostenibilidad Turística, mientras que en Tarifa se evalúa reforzar la ordenación territorial y las políticas de prevención.
Más allá de las acciones inmediatas, expertos coinciden en que se necesitan respuestas estructurales. El cambio climático, sumado a la presión turística, exige una planificación de largo plazo que priorice la conservación del patrimonio natural y cultural. Sin ella, eventos como estos podrían volverse cada vez más frecuentes y devastadores.