Indonesia está experimentando un crecimiento impresionante en el sector turístico durante la última década, consolidándose como un destino global de referencia. Este auge le permitió superar a países con una tradición turística establecida, como Bélgica, Turquía y Nueva Zelanda, y competir con otras naciones del sudeste asiático.
El país se destaca por su diversidad cultural y natural, lo que atrae a millones de turistas anualmente. Destinos icónicos como Bali, Yakarta y Yogyakarta combinan lujo, modernidad y hospitalidad tradicional, brindando experiencias incomparables. Asimismo, Indonesia invirtió en infraestructura clave, mejorando aeropuertos, transporte y alojamiento, lo que facilita la movilidad de los visitantes por las diversas islas.
El turismo sostenible y el ecoturismo también cobraron relevancia, impulsados por políticas gubernamentales que promueven el desarrollo del sector. Esta evolución tuvo un impacto positivo en la economía nacional, creando empleos y fomentando el crecimiento en áreas menos desarrolladas.
Indonesia se logró convertir en el segundo mayor destino turístico en la región de ASEAN, superando a países vecinos como Malasia, Tailandia, Vietnam y Filipinas, gracias a su creciente popularidad entre viajeros internacionales.