La moderación de la inflación comienza a reflejarse en los precios turísticos, que muestran señales de recuperación y estabilización. Esta tendencia trae alivio tanto a los viajeros, que pueden planificar mejor sus gastos, como a los empresarios del sector, que ven un panorama más previsible.
La estabilización se nota en servicios de alojamiento, transporte y paquetes turísticos, generando un entorno más favorable para el consumo. Para los operadores, representa la posibilidad de diseñar propuestas competitivas que se ajusten a la nueva realidad económica.
Con este escenario, el turismo se proyecta como un motor clave para la recuperación económica en los próximos meses. El optimismo se instala en el sector, que espera consolidar su crecimiento de manera sostenida.
