Italia enfrenta un septiembre complicado en materia de transporte, con un calendario que incluye 66 huelgas programadas, 14 de ellas de alcance nacional. La medida afecta al sistema ferroviario, aéreo y urbano, y promete impactar a millones de pasajeros en todo el país.
Los primeros paros comenzaron el 4 de septiembre, cuando el personal de Ferrovie dello Stato Italiane, Trenitalia y Trenord detuvo su actividad entre las 21.00 horas y las 18.00 horas del día siguiente. Aunque se garantizan servicios mínimos en trenes regionales en horarios protegidos (6.00 a 9.00 y 18.00 a 21.00), se esperan cancelaciones y demoras significativas. En el caso de Trenord, solo circularán los trenes que salgan y lleguen antes del inicio del paro, mientras que el servicio Malpensa Express será reemplazado por autobuses.

La capital italiana vivió además un colapso adicional, ya que el paro ferroviario coincidió con una huelga de Atac, la empresa municipal de transporte, que interrumpió durante cuatro horas el servicio de metro, autobuses y tranvías.
El cronograma de protestas se extenderá durante todo el mes. El 6 de septiembre, los trabajadores de EasyJet en Catania y el personal de Swissport en el aeropuerto de Milán Linate se sumarán a los paros, afectando además los aeropuertos de Catania, Lamezia, Fiumicino y Ciampino. El 14 de septiembre, los empleados de handling en Milán Malpensa y Linate realizarán un paro de 24 horas, seguido el 15 de septiembre por el personal ferroviario de larga distancia en Calabria.
El punto más crítico llegará el 26 de septiembre, cuando se prevé una huelga nacional del sector aéreo y aeroportuario, que incluirá al personal de Volotea en Italia. El Ministerio de Transportes confirmó que la magnitud de los paros convierte a este mes en un verdadero “septiembre negro” para la conectividad del país.