La Ruta del Vino de Toro se consolida como un destino ideal para escapadas de fin de semana que combinan historia, patrimonio, cultura, gastronomía y una profunda tradición vinícola. Sus vinos, con origen anterior al asentamiento romano, incluso habrían acompañado a La Pinta en su travesía hacia las Indias, reflejando la larga trayectoria vitivinícola de la comarca zamorana.
Actualmente, la Ruta participa de un ambicioso proyecto enmarcado en el Programa Experiencias Turismo España, impulsado por el Ministerio de Industria y Turismo con financiación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y fondos europeos ‘Next Generation’. En este contexto, ha recibido una financiación de 56.000 euros que se destinará al diseño y comercialización de experiencias enoturísticas de alta calidad.

Esta nueva inversión se suma a una anterior que permitió avanzar en acciones clave como la formación, la digitalización del observatorio turístico, y la creación de nuevas experiencias. El objetivo ahora es reforzar la estrategia de turismo transfronterizo con Portugal, en colaboración con las rutas de Arribes y Zamora.
El Duero actúa como eje vertebrador entre ambos territorios, donde el enoturismo en el lado portugués ha crecido significativamente, orientado a un público internacional. En ese marco, el proyecto busca estrechar vínculos entre ambos países y atraer al turista portugués, dando visibilidad al legado vitivinícola de Toro.
Entre las acciones previstas se encuentran la creación de materiales promocionales en portugués, estudios sobre el perfil del visitante luso, viajes de familiarización y un congreso de enoturismo que reúna a referentes de España y Portugal. Así, la Ruta del Vino de Toro continúa evolucionando como un destino con identidad, historia y proyección internacional.