La Comisión Especial sobre la crisis de la Vivienda del Parlamento Europeo concluyó su misión en Barcelona con una postura clara: la Unión Europea no tiene competencias para regular los precios del alquiler o compra de vivienda en los Estados miembros. Sin embargo, apostará por movilizar recursos y fomentar inversiones privadas no especulativas para construir vivienda asequible.
Desde la Oficina del Parlamento Europeo en Barcelona, la presidenta de la delegación, Irene Tinagli, subrayó que “Europa no puede decidir si una ciudad o país debe aplicar control de precios”. Añadió que lo viable es colaborar con las ciudades para atraer financiación, incluyendo una nueva plataforma del Banco Europeo de Inversiones (BEI) destinada a este tipo de proyectos.
Durante su visita, la Comisión mantuvo reuniones con instituciones, sindicatos, empresarios, entidades sociales y expertos en vivienda en Barcelona y Badalona. A partir de esta información, se elaborará un informe con recomendaciones para afrontar la crisis habitacional.
Tinagli también criticó la falta de atención histórica a las políticas de vivienda y reconoció las restricciones actuales impuestas por normas europeas, las cuales podrían revisarse para permitir mayor flexibilidad a los gobiernos locales.
Sobre el impacto del turismo en el acceso a la vivienda, indicó que no se pueden aplicar soluciones homogéneas desde Bruselas, y adelantó que el papel de los fondos de inversión en el sector se debatirá en el Parlamento. Finalmente, valoró el alto nivel de compromiso en España con esta problemática, destacando “el esfuerzo enorme a todos los niveles” para encontrar soluciones.
