Las once estaciones de esquí del Pirineo de Lleida están ya listas para abrir la temporada de invierno, tras una serie de inversiones que superan los 18 millones de euros. Se espera que este año puedan igualar o superar los aproximadamente 1,4 millones de forfaits vendidos en la pasada temporada.
Entre las mejoras figuran la ampliación de pistas, la actualización de los sistemas de fabricación de nieve artificial y una mejora sustancial en los servicios al cliente, que incluyen desde la restauración hasta una experiencia digital más fluida para el visitante.
La pasada temporada dejó un impacto significativo: además de los ingresos generados por la actividad de esquí, se estimaron miles de empleos directos e indirectos vinculados al sector y una importante reactivación económica en las zonas de montaña.
Con esta puesta a punto reforzada, el Pirineo de Lleida se posiciona como un destino clave para el turismo de nieve en España, apostando tanto por los aficionados al esquí como por quienes buscan disfrutar del entorno invernal en su conjunto.


