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«Los huéspedes que nos visitan se sienten maravillados porque ven amaneceres y atardeceres únicos»

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En esta ocasión, Tres60.Travel tuvo el placer de conversar con Eddy Suaña, representante de Asemturc, una asociación comunitaria ubicada en los Uros, en el Lago Titicaca, y se refirió: «Estamos aquí emocionados por estar en este evento que es único para nosotros y nos abre puertas bastante grandes. Así podemos mostrar nuestra asociación y un poquito más de nuestra comunidad».

Cuando se le preguntó sobre la asociación a la que pertenece, Suaña explicó: «Estamos dando a conocer un poquito más de una cultura o quizás una experiencia única que pueden llevarse los amigos visitantes«, destacó.

En relación con la llegada de turistas, Suaña comentó que «recibimos nacionales, internacionales, desde diferentes lugares. Siempre están las puertas abiertas a cualquier tipo de visitantes, desde una persona hasta grupos de más de 10. Todos, más que turistas, llegan a ser parte de nuestra comunidad y parte de nuestra familia», expresó.

Sobre las experiencias que ofrecen en los Uros, Suaña explicó: «Lo que ofrecemos actualmente son paseos en embarcaciones típicas, pero lo más importante es la estancia y la experiencia que los visitantes se llevan con una familia local. Nosotros vivimos ahí, ofrecemos alojamiento, tours locales, cultura, información turística y, por supuesto, una experiencia única flotando en una embarcación o en una casa flotante».

Además, destacó la singularidad de despertar en una cama flotante en medio del Lago Titicaca, a lo que agregó: «Los huéspedes que nos visitan se sienten maravillados porque ven amaneceres y atardeceres únicos, y ¿por qué no? En el Lago Titicaca, el lago navegable más alto del mundo, a 3.810 metros sobre el nivel del mar».

Al abordar el tema de la altitud, Suaña mencionó que algunas personas tienen cierto temor debido a la altura, pero aseguró que las familias locales están completamente preparadas para hacer que la estancia de los visitantes sea cómoda: «Las familias estamos 100% capacitadas para que su estancia sea lo más perfecta posible, brindada por la familia local».

También explicó las recomendaciones para adaptarse a la altitud: «Normalmente recomendamos, cuando los visitantes llegan y sienten un poco los efectos de la altura, tomar mate de coca o mate de muña, que son plantas locales y naturales. Además, cada habitación o isla flotante cuenta con oxígeno, por si fuera necesario. El tiempo de adaptación suele ser de unas cuatro horas o un día, y luego ya están listos para hacer tours, hablar con la familia, hacer artesanías y, ¿por qué no?, jugar fútbol o vóley en una isla flotante».

Finalmente, Suaña agradeció el tiempo dedicado a conocer a su comunidad: «Muchas gracias por su tiempo para nosotros».