Jujuy celebra el carnaval a pura tradición. La puna, la quebrada, los valles y las yungas son los escenarios elegidos para esta inigualable experiencia cultural. Conocé el calendario de cada región.
Por María Celina Lundin
El carnaval jujeño es una de las festividades más esperadas del año en el norte argentino. Color, diversión, disfraces, danzas e identidad lo convierten en un espectáculo alucinante que atrae tanto a lugareños como a turistas.

El Carnaval Grande se celebra del 1 al 4 de marzo, mientras que el Carnaval Chico del 8 al 9.
Es por esto que el Ministerio de Cultura y Turismo de esa provincia presentó su calendario oficial bajo el lema Magia Pura que se extiende hasta fin de mes.
Los desfiles son un despliegue de creatividad y alegría, donde la tradición y la cultura local se fusionan a través de la puna, la quebrada, los valles y las yungas.
Te contamos todo lo que necesitás saber en esta edición 2025 que promete ser la “mayor fiesta entre las fiestas”.
Alma e historia
El carnaval de Jujuy es una celebración única y milenaria que combina tradiciones indígenas, españolas y criollas. Se originó de la fusión entre las festividades introducidas por los españoles durante la conquista y los rituales autóctonos dedicados a celebrar la fertilidad de la tierra y rendir homenaje a la Pachamama (Madre Tierra).


“Basado en el calendario cristiano, las celebraciones comienzan el fin de semana anterior a la Cuaresma, pero el verdadero espíritu se siente semanas antes el Jueves de Compadres y el Jueves de Comadres”, anuncia con bombos y platillos la provincia jujeña.
“Por su lado, el Jueves de Compadres, que en 2025 será el 20 de febrero, está dedicado a la hermandad masculina: amigos se reúnen para compartir comidas, bebidas y música. Una semana después, el 27 de febrero, llega el Jueves de Comadres: las mujeres toman el protagonismo con coplas, serpentinas y brindis que llenan plazas y casas de energía festiva”.
Ofrenda a la Pachamama
“El carnaval comienza oficialmente con el esperado desentierro del pujllay, también conocido como el diablo de carnaval, un ritual lleno de simbolismo y color. Las comparsas desentierran un muñeco que representa al espíritu de la festividad. Envuelto en serpentina, banderines y confeti, el pujllay es desenterrado de un mojón, una especie de altar decorado con hojas de coca, bebidas y comida como ofrenda a la Pachamama”.

Celebraciones por Región
Quebrada de Humahuaca: en pueblos como Tilcara, Humahuaca y Purmamarca, el ritual del desentierro del diablo es el gran protagonista. Después las comparsas recorren las calles con danzas y música. Unirte a una comparsa en esta región puede costar entre $10.000 y $15.000 por día, dependiendo de los servicios que incluyan.
Valles: en la capital, San Salvador de Jujuy, los Corsos Capitalinos son el principal atractivo. Estos desfiles, que comienzan a las 20:00 y se extienden hasta la medianoche, ofrecen entrada libre y gratuita. Familias y amigos disfrutan de comparsas, música y bailes tradicionales en un ambiente más urbano pero igualmente vibrante.
Puna: con un carácter más tranquilo y espiritual, las celebraciones en Abra Pampa y Susques destacan por sus danzas rituales y ceremonias como la diablada, que conectan profundamente con las tradiciones ancestrales. No hay costo de entrada para estos eventos, pero es común llevar ofrendas, como hojas de coca o bebidas, en muestra de respeto hacia las costumbres locales.
Yungas: aquí el carnaval está lleno de ritmo y alegría. San Pedro y Libertador General San Martín cobran vida con música tropical y danzas rápidas. La entrada a los desfiles cuesta alrededor de $8.000 por persona.