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Malestar en el sector turístico: los vuelos a Canarias podrían dispararse

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Cuanto más CO2 (dióxido de carbono), se emite, mayor es la tasa a pagar. En este sentido, las autoridades europeas endurecen el sistema de comercio de emisiones que rige en la UE.

El mecanismo funciona desde el año 2005, donde se pone un precio a las actividades contaminantes como la industria o el transporte, con el objetivo de que los permisos para contaminar en 2030 sean un 62% menor que los que había en 2005. Y cuantos menos permisos hay, más caros son.

También se encuentra en el blanco de revisión, la tasa al queroseno, que paga el sector aéreo, y esto podría afectar a las islas Canarias.

Hasta ahora, las regiones ultra periféricas de la UE, como Canarias, están exentas de pagar la tasa verde, en virtud de un acuerdo que rige hasta 2023. De esta forma, todos los vuelos entre estas regiones y cualquier lugar de la Unión quedaban fuera del sistema de comercio de emisiones.

Así las cosas, a comienzos de este mes de diciembre, el Consejo, la Comisión y el Parlamento europeo llegaron a un acuerdo para que las regiones periféricas de Francia, Portugal y España siguieran exentas de la fiscalidad verde en los vuelos hasta 2030. Pero con un matiz: esta exención ya no aplicará a los vuelos internacionales, solamente a los que se realicen entre las propias islas o entre las islas y la nación a la que pertenecen.

Pese a todo, desde Bruselas se han comprometido a que, aunque el sistema comience a aplicarse a estos vuelos internacionales, el sobrecoste sea completamente sufragado por la UE.

La incertidumbre provocó malestar en el sector turístico

La Mesa del Turismo de España pidió al Gobierno español defender en Europa la «excepción canaria» dentro del régimen de comercio de emisiones. Según la asociación empresarial, de aplicarse la fiscalidad verde, tendrá lugar un «considerable incremento» de los costes aéreos y una «amenaza» a la conectividad de las Islas Canarias.

De esta forma, la Mesa de Turismo se suma a la alerta de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), que cuantificó en un millón de turistas internacionales y más de 40.000 empleos las pérdidas potenciales de la supresión de la «excepción canaria».

«Si el Gobierno no revierte esta situación puede poner en riesgo la principal base económica de Canarias, su turismo. Canarias perderá competitividad para los turistas europeos que podrían optar otros destinos», afirmó el máximo representante de ALA.

Aún con todo, lo cierto es que las islas Canarias, hoy por hoy, no sólo se benefician de los menores costes en materia de tasas al CO2 de los vuelos, sino de una subvención estatal del 75% al precio de los billetes de avión, que se aplica únicamente a los residentes insulares. No obstante, como explicó Libre Mercado, esta ayuda tiende a ser absorbida por las aerolíneas, haciendo que el precio de los billetes se infle para los viajeros no residentes.

Fuente: LibreMercado