El mercado inmobiliario de Miami atraviesa un ciclo expansivo, impulsado por el interés de compradores internacionales, inversores de alto patrimonio y programas como el EB-5. En 2025, el precio promedio de viviendas unifamiliares en Miami-Dade superó los USD 655.000, mientras que los condominios alcanzaron los USD 455.000.
El 40 % de las compras se realiza al contado, en un contexto de oferta limitada —33 % por debajo del promedio histórico— que mantiene la presión sobre los precios. Si bien las ventas se han moderado, la inversión en proyectos de pre construcción sigue siendo atractiva.

Zonas como Brickell, Sunny Isles y Midtown son epicentros del crecimiento. El mercado de lujo mantiene su dinamismo y continúa atrayendo capital extranjero, no solo por su rentabilidad, sino por la calidad de vida que ofrece la ciudad.
El auge inmobiliario también se vincula al turismo de inversión, con compradores que buscan propiedades para uso vacacional, renta temporal o residencia futura, aprovechando la conectividad global y la oferta cultural de Miami.
En un panorama económico donde otras ciudades enfrentan desaceleración, Miami consolida su posición como destino estratégico para vivir, invertir y vacacionar.