En el semidesierto del estado de Guanajuato, México, el Pueblo Mágico de Mineral de Pozos ofrece una experiencia única donde historia, wellness y paisajes de película se combinan para sorprender a los viajeros. Con un pasado minero que marcó el auge económico de la región, este encantador destino propone reconectar con uno mismo entre calles silenciosas, cascos de hacienda en ruinas y tratamientos de spa fuera de lo convencional.
Entre sus mayores atractivos se destacan los baños de cerveza, mezcal o chocolate, masajes relajantes y rituales sensoriales que posicionan a Mineral de Pozos como un referente en turismo de bienestar en la región. Sus hoteles boutique fusionan arquitectura tradicional con servicios exclusivos, atrayendo a quienes buscan una desconexión profunda.
Los visitantes pueden explorar minas abandonadas como La Guadalupana, visitar los hornos de Santa Brígida, o caminar por Cinco Señores, escenarios perfectos para la fotografía y la reflexión. La gastronomía local invita a probar platillos exóticos como escamoles o gusanos de maguey, y a brindar con colonche, bebida ancestral elaborada con tuna roja fermentada.
Además, experiencias como los tours por los campos del Rancho de la Lavanda, talleres de instrumentos prehispánicos en la Casa del Venado Azul o una visita a la Escuela Modelo, transformada hoy en museo, completan una propuesta tan diversa como inolvidable. Su ubicación estratégica, cerca de San Miguel de Allende, Dolores Hidalgo y Guanajuato capital, lo convierte en una excelente parada para quienes recorren el Bajío mexicano.
