Por Mary de Aquino
El edificio histórico inaugurado en 1877, originalmente proyectado como una escuela durante el reinado de D. Pedro II, atestiguó importantes transformaciones. Tras albergar la Escuela de Santa Rita y, posteriormente, el Centro Cultural José Bonifácio, el edificio se convirtió en un símbolo de la cultura afrobrasileña. Durante las décadas de 1970 a 1990, líderes del movimiento negro utilizaron el espacio para conferencias, talleres y presentaciones de íconos como Jamelão, Conceição Evaristo y Ney Lopes. Desde 2017, el lugar alberga el Museo de la Historia y Cultura Afrobrasileña (MUHCAB), rescatando la memoria de períodos significativos y dando continuidad al legado de resistencia.
Pequeña África y la cuna de lucha y cultura
El centro de Río de Janeiro, conocido como Pequeña África, tiene raíces profundas en la historia afrobrasileña. La región fue escenario de la lucha de descendientes de esclavizados que enfrentaron marginalización tras la abolición sin reparaciones. Además, importantes hitos históricos, como el Quilombo de la Pedra do Sal y los almacenes de la Praça Mauá, narran episodios de resistencia, incluyendo la Revuelta de la Vacuna y la represión policial.
Cais do Valongo es la memoria de un pasado cruel
Arte y simbolismo en el museo
El MUHCAB confronta el pasado con narrativas visuales. Una de las estatuas en exhibición, creada en 1871, ilustra la Ley del Vientre Libre, pero transmite un mensaje de sumisión. Como contrapunto, la artista plástica Valpires presenta la figura de una mujer negra pisando una serpiente, representando la superación de la opresión. La exposición permanente «Protagonismos: memoria, orgullo e identidad» celebra la resistencia y los logros de la población negra, evitando exhibir objetos de tortura.
El Cais do Valongo, principal punto de llegada de esclavizados a Brasil, refleja la compleja historia de la esclavitud. Redescubierto en 2011 durante obras de revitalización urbana, el lugar reveló miles de objetos que simbolizan la espiritualidad y la resiliencia de los esclavizados. Piedras de asentamiento de orishás y otros artefactos destacan la preservación de las creencias africanas en medio de la adversidad. El cambio de nombre a «Cais da Imperatriz» durante el Imperio ejemplifica el intento de borrar vestigios de esta historia.
Libros y conocimiento como pilares de la reconstrucción
El acervo del MUHCAB refuerza la valorización de la historia afrobrasileña e indígena. Además de autores negros, obras de estudiosos como Luiz Simas y Lilia Schwartz también forman parte de la colección, promoviendo diversidad de perspectivas. El museo fomenta donaciones que amplíen su acervo temático, equilibrando la presencia de historias afrocentradas e indígenas.
Aprendiendo del pasado para construir el futuro
Inspirado por el símbolo Sankofa, el museo propone que el aprendizaje del pasado sea la base para acciones transformadoras en el presente y futuro. Al valorar la historia y la cultura africanas, el MUHCAB reafirma su compromiso con la reconstrucción de la identidad brasileña, dando visibilidad a las contribuciones del pueblo negro e indígena.
Fotos: Mary de Aquino.