El conflicto laboral entre Boeing y sus trabajadores, representados por el sindicato IAM, parece llegar a su fin tras alcanzar un preacuerdo.
El acuerdo, que propone un aumento salarial del 35% repartido en cuatro años, una bonificación anual del 4% y un pago adicional de 7.000 dólares, busca poner fin a la huelga que ha paralizado a 33.000 empleados en Seattle durante cinco semanas. Los trabajadores, que llevan 16 años sin mejoras salariales, exigían inicialmente un aumento del 40%, mientras que Boeing había ofrecido un 30%.
La mediación del Gobierno de Estados Unidos, a través de la secretaría de Trabajo, fue clave en la negociación. Boeing enfrenta importantes desafíos, con la huelga afectando sus finanzas y un historial reciente de accidentes que perjudicaron significativamente su reputación. El consejero delegado, Kelly Ortberg, quien asumió el cargo en agosto, presentará los resultados trimestrales de la compañía el 23 de octubre, el mismo día en que los empleados votarán sobre la aceptación del acuerdo.