París se prepara para enfrentar la temporada invernal con expectativas estables en materia turística, impulsada por un flujo sostenido de visitantes internacionales que mantiene el nivel de demanda pese a las bajas temperaturas. Las autoridades locales anticipan que la ciudad registrará cifras de ocupación hotelera similares a las del año anterior, un indicador clave en un periodo tradicionalmente desafiante para los destinos europeos.
La capital francesa continúa apoyándose en su oferta cultural para sostener la llegada de viajeros. Museos de renombre, exposiciones temporales y una agenda de espectáculos que se renueva mes a mes permiten mantener el interés activo incluso durante el invierno. A esto se suman eventos estacionales, como ferias, festivales y mercados navideños, que se posicionan como atractivos adicionales para el turismo internacional.

La gastronomía, otro de los pilares del destino, también juega un rol significativo. Restaurantes, bistrós y pastelerías experimentan un incremento en la demanda gracias a la búsqueda de experiencias culinarias auténticas por parte del visitante contemporáneo. Los operadores aseguran que esta combinación de propuestas favorecerá un movimiento estable hasta el cierre de la temporada.
En este escenario, París continúa consolidándose como uno de los destinos más resilientes del continente, capaz de mantener su performance turística sin depender exclusivamente de los meses de mayor demanda. Las autoridades confían en que la solidez del mercado internacional sostendrá la actividad hasta comienzos de la primavera.


