El Ayuntamiento de Málaga celebró el último pleno del año con una agenda marcada por asuntos de fuerte impacto político y social, entre ellos el Estatuto Marco sanitario, la paralización de la torre del puerto, la tasa turística, las viviendas de uso turístico y la obligatoriedad de las balizas de emergencia V16.
El Partido Popular presentó una moción urgente sobre el Estatuto Marco que regula las condiciones laborales de los profesionales sanitarios. El alcalde, Francisco de la Torre, explicó que el objetivo es instar al Gobierno nacional a reformar la norma de 2003 mediante diálogo y consenso, incorporando a las comunidades autónomas al proceso. Desde el equipo de gobierno también se expresó preocupación por los paros en la actividad asistencial, que consideran perjudiciales para miles de pacientes.
Uno de los debates más intensos giró en torno al proyecto del hotel en el dique de Levante, conocido como la torre del puerto. El PSOE llevó una moción urgente para solicitar su paralización definitiva, argumentando que la Málaga de 2024 es muy distinta a la de 2016, cuando se impulsó la iniciativa. Su portavoz, Daniel Pérez, aseguró que el proyecto ha perdido apoyo social y político con el paso del tiempo y defendió que no debe autorizarse ningún hotel de gran altura en el dominio público portuario. Además, reclamó que futuros proyectos de gran escala en el litoral se sometan a consultas ciudadanas vinculantes.
Desde Con Málaga celebraron lo acordado recientemente por el Consejo de la Autoridad Portuaria y lo calificaron como una “victoria popular”, insistiendo en que el proyecto debe quedar definitivamente descartado. En respuesta, De la Torre defendió el acuerdo del Puerto y señaló que el proyecto queda “hibernado” para una etapa de reflexión, reiterando su disposición a escuchar opiniones sin romper la relación institucional con la Autoridad Portuaria.
El grupo municipal de Vox centró su moción urgente en solicitar la suspensión de la obligatoriedad de las balizas V16, al considerar que no existen estudios técnicos concluyentes que avalen su eficacia. También denunciaron el sobrecoste para las familias y la desigualdad normativa respecto a los vehículos extranjeros, reclamando que se mantenga el uso de los triángulos de emergencia.
La tasa turística volvió a escena de la mano de Con Málaga, que reclamó su implantación inmediata. Su portavoz, Nicolás Sguiglia, sostuvo que es una herramienta necesaria para equilibrar la carga fiscal y evitar que recaiga exclusivamente sobre vecinos y trabajadores, defendiendo que los turistas también contribuyan al desarrollo de la ciudad.
En paralelo, el grupo presentó una moción sobre las viviendas turísticas, denunciando la falta de control y el impacto del uso especulativo sobre el acceso a la vivienda. La portavoz adjunta, Toni Morillas, criticó lo que considera un trato de favor del PP al sector y pidió el cese de un cargo de confianza municipal vinculado a un piso turístico, además de una declaración de bienes extraordinaria para cargos públicos y directivos municipales.
Al respecto, el alcalde aseguró no tener conocimiento previo del caso concreto y remarcó que la legalidad de las viviendas turísticas corresponde a la Junta de Andalucía. No obstante, reconoció problemas de convivencia en algunos edificios y adelantó que el Ayuntamiento busca avanzar en la obligatoriedad del sonómetro, destacando que miles de viviendas turísticas ya lo utilizan de forma voluntaria.
Sobre la tasa turística, De la Torre recordó que su aplicación depende de cambios en la ley de haciendas locales a nivel estatal y subrayó que cualquier avance debería realizarse con consenso y diálogo con el sector.
El pleno cerró así el año con posiciones enfrentadas y debates abiertos sobre el modelo de ciudad, el turismo, la vivienda y los servicios públicos, asuntos que seguirán marcando la agenda municipal en 2025.
