A pocos días del cierre del plazo para acreditarse o modificar datos en el programa de Turismo Social del Imserso, miles de jubilados en España enfrentan demoras en la recepción de cartas y fallas en la plataforma online. El proceso, habilitado desde el 1 de julio, concluye el 23 de este mes.
Pese a las garantías del organismo, persisten las dificultades de acceso al sistema, sumadas a una línea telefónica colapsada. El programa ofrece más de 879 mil plazas para la temporada 2025/2026, pero las quejas por la gestión se hacen sentir.
Entre las novedades de esta edición, se destacan nuevos recargos: un suplemento de 100 euros para quienes viajen en temporada alta y otro monto similar a partir del segundo viaje, medida que busca distribuir equitativamente las plazas. Sin embargo, la falta de proporcionalidad entre destinos genera disconformidad.
Además, se introduce una tarifa plana de 50 euros destinada a los jubilados con menores ingresos, aunque solo abarca un 0,85% de las plazas totales. La medida, si bien valorada, despierta dudas sobre su implementación y equidad en la asignación.
El debate sobre precios continúa entre hoteleros —que reclaman tarifas más altas— y jubilados —que las consideran excesivas—. Mientras tanto, crece la incertidumbre sobre cómo garantizar el acceso justo y eficiente a este tradicional programa social de viajes.
